Brillante actuación de Pauloba en Barcelona

PAU NADALAcabó la temporada taurina barcelonesa bajo un auténtico diluvio. Y fue una lástima, porque había un torero de verdad, que no pudo redondear su brillante actuación a pesar de que hasta luchó contra los elementos. Se trata de Luis de Pauloba (oreja y silencio), que en su primero había lanceado a la verónica de forma realmente espléndida. Con la muleta toreó primero con la derecha, lentísimo, templado y con la mano muy baja, con auténtico arte; y acabó su faena con unos ayudados por bajo y un pase de pecho espléndidos.

Cuando saltó a la arena el que cerraba plaza y temporada, cay...

PAU NADALAcabó la temporada taurina barcelonesa bajo un auténtico diluvio. Y fue una lástima, porque había un torero de verdad, que no pudo redondear su brillante actuación a pesar de que hasta luchó contra los elementos. Se trata de Luis de Pauloba (oreja y silencio), que en su primero había lanceado a la verónica de forma realmente espléndida. Con la muleta toreó primero con la derecha, lentísimo, templado y con la mano muy baja, con auténtico arte; y acabó su faena con unos ayudados por bajo y un pase de pecho espléndidos.

Cuando saltó a la arena el que cerraba plaza y temporada, cayó el diluvio. No obstante, Pauloba toreó descalzo y hasta pudo dar algún muletazo con su reconocida clase, pero la. res se iba quedando corta y su empeño se iba convirtiendo en un imposible.

Manuel Caballero (ovacíón y oreja) también estuvo muy torero y decidido. Al segundo, un sobrero mansurrón, le plantó cara con valor y buenas maneras. Al bonancible quinto lo toreó con temple y lentitud. Víctor Mendes (silencio y aplausos) no acabó de acoplarse con su primero, mientras en el mansurrón cuarto estuvo aseado y con oficio.

Se lidiaron tres toros de Castillejo de Huebra, 1º y 6º de Terrubias y 2º, sobrero, de Ernesto Louro, bien presentados y de juego desigual.