Tapie: 'Los actores son más, sinceros que los políticos'

Bernard Tapie se declaró feliz por haber debutado como actor en Hombres y mujeres, instrucciones para su uso, que el director Claude Lelouch presentó ayer en la Mostra de Venecia. El ex presidente, ex ministro, ex empresario, ex diputado, admitió: "El rodaje de esta película me ha hecho vivir los momentos más dichosos de mi vida". Tapie, con dos condenas de prisión en suspenso, y en bancarrota, ha recibido 125 millones de pesetas por su primer papel en el cine. Además, ha negociado un contrato lleno de porcentajes sobre la taquilla.Tapie es en la película, como en la vida real, un magna...

Bernard Tapie se declaró feliz por haber debutado como actor en Hombres y mujeres, instrucciones para su uso, que el director Claude Lelouch presentó ayer en la Mostra de Venecia. El ex presidente, ex ministro, ex empresario, ex diputado, admitió: "El rodaje de esta película me ha hecho vivir los momentos más dichosos de mi vida". Tapie, con dos condenas de prisión en suspenso, y en bancarrota, ha recibido 125 millones de pesetas por su primer papel en el cine. Además, ha negociado un contrato lleno de porcentajes sobre la taquilla.Tapie es en la película, como en la vida real, un magnate, líder de los negocios, la política y el show business. "Los políticos", admite, "no se asemejan a los actores en la realidad porque creo que los actores son más sinceros que ellos. En la política se mezcla lo real y lo irreal. Si un político ve escasez de azúcar, se lo debe callar. Si habla, precipitaría una crisis de consumo. En el cine, en cambio, todo es posible".

La primera vez que Claude Lelouch le propuso hacer cine fue un 1972, cuando preparaba La aventura es la aventura. El director buscaba un actor para el papel de fanfarrón. Lelouch contrató a Tapie, pero misteriosamente no llegó al rodaje. "Han pasado 24 años y Lelouch no abandona jamás sus ideas. Es muy difícil decirle que no. Y cuando me contó la trama de esta película me di cuenta de que el delirio de Lelouch y mis vivencias no podían ir más de acuerdo". Y agrega: " Quería de mí más mi propia personalidad que mi talento como actor".

Tapie se puso enseguida en manos del cineasta francés, que desde hace años toma apuntes de ideas y diálogos para ponerlos en boca de sus personajes. "Desde luego, el actor debe ser fiel al texto. Y aunque he sido leal", comenta Tapie, "me he encontrado amigos muy sorprendidos del parecido entre el protagonista de la película y yo mismo. La cosa me ha hecho pensar mucho". Sin embargo, hay una diferencia enorme entre el personaje de la historia y Bernard Tapie: "Yo no engaño a las mujeres".