Moneo: "No hay que exagerar el tamaño de los museos"

Mientras Norman Foster propalaba ayer sus ideas sobre el Prado, Rafael Moneo se veía obligado a guardar un cauto silencio. El arquitecto español, último galardonado con el premio Pritzker, es uno de los aspirantes al proyecto de ampliación del museo y tiene prohibido por estatuto hacer comentario alguno sobre esa materia. Sin embargo, y mediante la cuidadosa omisión del nombre del Prado, Moneo accedió a hacer algunas consideraciones de índole general que venían a reforzar las tesis de su colega británico: "Hay que aceptar la limitación de las dimensiones de los museos; no hay que exagerar ...

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Mientras Norman Foster propalaba ayer sus ideas sobre el Prado, Rafael Moneo se veía obligado a guardar un cauto silencio. El arquitecto español, último galardonado con el premio Pritzker, es uno de los aspirantes al proyecto de ampliación del museo y tiene prohibido por estatuto hacer comentario alguno sobre esa materia. Sin embargo, y mediante la cuidadosa omisión del nombre del Prado, Moneo accedió a hacer algunas consideraciones de índole general que venían a reforzar las tesis de su colega británico: "Hay que aceptar la limitación de las dimensiones de los museos; no hay que exagerar su tamaño".

Moneo se manifiesta contrario a la tendencia -seguida por el British Museum y el Metropolitan de Nueva York, entre otros- de "recrearse en la extensión y la abundancia", y se muestra partidario de mantener un tamaño que permita una visita calmada, libre de la ansiedad y precipitación que provocan las ofertas excesivas y los espacios vastos.

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Siempre refiriéndose al "museo ideal" y evitando toda alusión concreta, señala el arquitecto la contradicción que existe entre la voluntad de usar "edificios antiguos rescatables" y las nuevas funciones exigidas al espacio museístico, dedicado cada vez más al "esparcimiento y al disfrute de grandes masas". Califica de "interesantísima" para un arquitecto la posibilidad de explorar las extensiones modernas de las construcciones clásicas, aunque admite que hay museos "que se resisten a admitir un edificio de nueva planta" en su proximidad..

Última morada

Las paredes de un museo, recordó el arquitecto, son la "última morada" de una obra de arte, y por ello es importante atender a la relación del edificio con el arte que acoge. "Los museos son a la vez las obras que guardan y las gentes que lo visitan, y, aunque en nuestro tiempo ha empezado a primar lo segundo, no habría que perder de vista lo primero". Moneo reivindica el papel de "mausoleo" del museo decimonónico, consagrado tanto a la preservación de las obras como a su estudio científico.Según Moneo, la existencia de grandes museos centralizados no debería ser incompatible con la creación de otros que atendieran monográficamente a ciertos artistas, tal vez en las localidades de origen de estos. Estos museos locales están poco desarrollados en España, opina el arquitecto.

Moneo es autor de varias de las consideradas obras maestras de la arquitectura española contemporánea, tales como la sede de Bankinter en Madrid y el Museo de Arte Romano de Mérida. También son obra suya la nueva estación de Atocha de Madrid y el aeropuerto de Sevilla.

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