ENDOCRINOLOGÍA

Separar las pegajosas proteínas del envejecimiento

Un fármaco experimental que puede combatir algunos efectos del proceso de envejecimiento se está abriendo camino, aunque todavía queda mucho por recorrer. La sustancia en cuestión sólo se ha probado en ratas y nadie sabe qué efectos secundarios puede tener en pacientes humanos, pero Richard Bucala -del Instituto Picower de Investigación Médica, de Nueva York- y sus colegas han constatado su efectividad para destruir enlaces proteínicos que se forman por acumulación de glucosa, y los resultados se han publicado en el último número de Nature.

El fármaco en cuestión funciona sep...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Un fármaco experimental que puede combatir algunos efectos del proceso de envejecimiento se está abriendo camino, aunque todavía queda mucho por recorrer. La sustancia en cuestión sólo se ha probado en ratas y nadie sabe qué efectos secundarios puede tener en pacientes humanos, pero Richard Bucala -del Instituto Picower de Investigación Médica, de Nueva York- y sus colegas han constatado su efectividad para destruir enlaces proteínicos que se forman por acumulación de glucosa, y los resultados se han publicado en el último número de Nature.

El fármaco en cuestión funciona separando en el organismo proteínas que se han pegado entre sí como resultado de la exposición del cuerpo a lo largo de la vida al azúcar y a la glucosa. Es un particular problema para los diabéticos, a los que les falta la hormona natural, la insulina, que mantiene la cantidad de glucosa en la sangre dentro de límites estrictos. Décadas de exposición a excesos de glucosa pueden generar compilcaciones como el fallo renal, cuando los riñones inútilmente tratan de eliminar concentraciones de proteínas pegajosas de la sangre.

Pero estas proteínas pegajosas intervienen en otra afección relacionada con el envejecimieno: la enfermedad de Alzheimer. Este síndrome de progresiva pérdida de memoria afecta a una proporción cada vez mayor de la población de los países industrializados. Los síntomas están sociados con la formación en el cerebro de placas de proteínas pegajosas llamadas amiloides.

Bucala y sus colegas han probado una sustancia denominada N-phenacyIthiazoium bromuro, o PTB, que en cierto modo combate la edad. En realidad, más que la glucosa, lo que hace que esas proteínas se peguen entre sí son unos productos, los AGE, generados en el mismo proceso. Afortunadamente el PTB está diseñado para destruir la indeseable intereacción establecida entre proteínas mediante los AGE.

Copyright Nature News Service

Archivado En