España revisa las pautas de sus tratamientos ante las nuevas terapias
El último protocolo español de sida, aprobado sólo hace un mes, será sometido a nueva revisión por el grupo de expertos convocados por el secretario del Plan Nacional del Sida, Francisco Parras para adaptarlo a los recientes avances sobre el VIH, varios de ellos presentados estos días en esta cumbre.Parras aseguró en Vancouver, que la nueva revisión del protocolo, se basará en los mismos fármacos ya utilizados en España aunque su aplicación se hará en base a la carga viral, confirmada como el mejor instrumento para medir el pronóstico de sida.
Si bien los mejores estudios se están hacie...
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El último protocolo español de sida, aprobado sólo hace un mes, será sometido a nueva revisión por el grupo de expertos convocados por el secretario del Plan Nacional del Sida, Francisco Parras para adaptarlo a los recientes avances sobre el VIH, varios de ellos presentados estos días en esta cumbre.Parras aseguró en Vancouver, que la nueva revisión del protocolo, se basará en los mismos fármacos ya utilizados en España aunque su aplicación se hará en base a la carga viral, confirmada como el mejor instrumento para medir el pronóstico de sida.
Si bien los mejores estudios se están haciendo con tratamientos muy precoces, Parras indicó que la referencia para las terapias en España será un recuento de linfocitos TCD4 menor de 500.
La rapidez con la que se están desarrollando en los últimos meses los acontecimientos en torno al sida hacen que, de un día para otro, queden obsoletos los protocolos de tratamiento que se vienen aplicando. Por ello Parras insiste en que el grupo de expertos que elabora el protocolo español, bajo su dirección, ya se planteó desde sus inicios una revisión constante de los tratamientos. El nuevo mantiene también los tres inhibidores de la proteasa -saquinavir, ritonavir e indinavir- pendientes de aprobación por la Agencia Europea del Medicamento.
Parras aseguró que la medición de la carga viral -número de virus contenido por cada mililitro de sangre-, con un coste de 10.000 pesetas por prueba, se irá implantando rápidamente en la práctica clínica de todos los hospitales españoles.