Cartas al director

Cafeterías ruidosas

Las cafeterías madrileñas han perdido su encanto. Ya apenas se puede charlar en su interior, porque las máquinas de café, las televisiones. y el cacharreo, con su ruido infernal, impiden cualquier diálogo.-...

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Las cafeterías madrileñas han perdido su encanto. Ya apenas se puede charlar en su interior, porque las máquinas de café, las televisiones. y el cacharreo, con su ruido infernal, impiden cualquier diálogo.-

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