El Gobierno prepara un plan para paliar los 1,3 billones de morosidad a la Seguridad Social

El Gobierno prepara un plan para paliar la morosidad del sector público y privado con la Seguridad Social -que quiere presentar en el plazo de 15 días-, e iniciará conversaciones con empresas, ayuntamientos, comunidades autónomas, grupos parlamentarios y agentes sociales para recuperar unas deudas que suman 1,3 billones de pesetas. Así lo anunció ayer tras el Consejo de Ministros, Miguel Ángel Rodríguez, secretario de Estado de Comunicación, quien dijo que "algunos gobernantes que hablan habitualmente de solidaridad son casualmente los que más deudas tienen" con el sistema público.

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El Gobierno prepara un plan para paliar la morosidad del sector público y privado con la Seguridad Social -que quiere presentar en el plazo de 15 días-, e iniciará conversaciones con empresas, ayuntamientos, comunidades autónomas, grupos parlamentarios y agentes sociales para recuperar unas deudas que suman 1,3 billones de pesetas. Así lo anunció ayer tras el Consejo de Ministros, Miguel Ángel Rodríguez, secretario de Estado de Comunicación, quien dijo que "algunos gobernantes que hablan habitualmente de solidaridad son casualmente los que más deudas tienen" con el sistema público.

El plan contra la morosidad a la Seguridad Social es una de las principales conclusiones del informe presentado al Consejo de Ministros por el titular de Trabajo y Asuntos Sociales, Javier Arenas, sobre morosidad y patrimonio de la Seguridad Social. El Ejecutivo se ha comprometido a tomar medidas concretas en dos semanas.El portavoz del Gobierno, tras señalar que dentro del patrimonio de la Seguridad Social figuran fincas agrarias y algunos abrigos de visón y que se estudiarán medidas para obtener el máximo rendimiento pobible al mismo, indicó que la morosidad con dicho organismo es de 1,3 billones de pesetas, de los que 300.000 millones provienen del sector público y un billón del sector privado, de los que 500.000 millones se consideran fallidos.

"Algunos gobernantes que habitualmente hablan del Estado del bienestar y de solidaridad son casualmente los más insolidarios y los que dirigen las instituciones que más deudas tienen con la Seguridad Social", subrayó Rodríguez. Además, dijo que no se puede pedir a los ciudadanos un esfuerzo para que sean solidarios mientras algunas adrainistraciones no pagan a la Seguridad Social. Reiteró que es intención del Gobierno terminar con dicha deuda o, por lo menos, conseguir que no llegue a los niveles actuales, por lo que dentro de dos semanas aprobará un documento con medidas concretas.

En cuanto a la concertación social, tras anunciar que la mesa del Pacto de Toledo sobre pensiones, se reunirá por primera vez el martes, manifestó que el Ejecutivo está satisfecho de cómo va el diálogo, aunque destacó que, si los interlocutores sociales no llegan a ninguna conclusión, el Gobierno tomará las medidas correspondientes. "Si el diálogo no termina en nada, que no lo deseamos y creemos que terminará bien porque creemos en la responsabilidad de los agentes sociales y económicos, el Gobierno tendrá que gobernar", precisó.

Miguel Ángel Rodríguez explicó que el Ejecutivo está satisfecho de la acogida que han tenido las medidas de reactivación económica adoptadas la pasada semana, especialmente en los mercados, que han sido explícitamente apoyadas por las autoridades alemanas en el viaje que realizó esta semana el presidente Aznar a Bonn.

Ayer mismo el Gobierno recibía el aplauso de un miembro de la Administración socialista. El ex secretario de Estado de Economía Alfredo Pastor se mostró satisfecho con la mayor parte de las decisiones económicas adoptadas por el PP; en cambio, consideró poco acertadas las medidas fiscales. En el VII Encuentro de Empresarios del Pirineo, que se celebra en Rialp (Lérida) y que hoy clausura el ministro de Industria, Josep Piqué, el que fuera responsable de Economía aplaudió las últimas medidas económicas porque son "un buen presagio y demuestran que hay una unidad de criterio en el nuevo Gobierno". Para Pastor, "ésta ha sido una decisión valiente", porque los socialistas, agregó, no se atrevieron en los últimos años a tomarla por la crispación política que podría haber generado.

En cambio, se mostró crítico con las medidas fiscales instrumentadas, ya que cree que "no supondrán una reactivación económica y se tendrá que esperar a cerrar balances para ver si comportan un incremento de la deuda pública". "Las decisiones", según Pastor, "se han tomado sin valorar los costes y creo que sin haber hecho los números", y ve agotado el panorama de empresas a privatizar.

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