Conspiraciones y mensajes de advertencia

Hernán Echavarría Olózaga se ha convertido en una suerte de líder de los conspiradores. Con su andar y voz pausados de hombre de 85 años, favorecido desde siempre por la fortuna, ha logrado aglutinar en las grandes ciudades colombianas a empresarios que proclaman al unísono que "toda solución a la crisis colombiana pasa por la renuncia de Samper". "Se está logrando un pacto de élite", censuran algunos.La última manifestación empresarial llenó, por primera vez, todos los salones de uno de hoteles más tradicionales de Bogotá: el Tequendama. Paradójicamente, mientras Echevarría leía una declaraci...

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Hernán Echavarría Olózaga se ha convertido en una suerte de líder de los conspiradores. Con su andar y voz pausados de hombre de 85 años, favorecido desde siempre por la fortuna, ha logrado aglutinar en las grandes ciudades colombianas a empresarios que proclaman al unísono que "toda solución a la crisis colombiana pasa por la renuncia de Samper". "Se está logrando un pacto de élite", censuran algunos.La última manifestación empresarial llenó, por primera vez, todos los salones de uno de hoteles más tradicionales de Bogotá: el Tequendama. Paradójicamente, mientras Echevarría leía una declaración en la cual, entre otras cosas, se afirmaba que Samper carecía de título legítimo para gobernar el país, en un informativo de televisión se daba a conocer una carta de los jefes del cartel de Cali dirigida al primer mandatario y en la que le pedían "reimpulsar la legitimidad" que ostenta. Y le recordaban que "el poder es para ejercerlo sin temor a las críticas".

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Esta noticia no tuvo gran eco periodístico. Dos días después, el comentarista de El Tiempo Enrique Santos escribía lo que muchos pensaron al leer la misiva enviada desde una cárcel de alta seguridad al Palacio de Gobierno: "Por su mismo tono más parece la misiva de unos accionistas al gerente". "El episodio", comentaba más adelante el periódico, "deja un mal sabor y viene a confirmar todas las sospechas".

Para Santos y para muchos, entre líneas había claras advertencias.

Hace poco, el ministro de Justicia habló sobre el problema de las extradiciones, tema que hace temblar a los narcotraficantes. "No debe ser un tema tabú", dijo el ministro y aseguró que se debe abordar su estudio a medio plazo. "¿Cuándo es el medio plazo?", le preguntó un periodista. "No antes de que termine el mandato de Samper, en agosto de 1998", respondió.

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