Afición en almíbar

Extraordinario éxito de público en la clausura del festival flamenco de Alcobendas. La estrella fue Mercé, a quien se le entregó el segundo trofeo de la Peña Chaquetón, inspiradora del evento anual.Con una afición entregada que aplaudió todo y en todo momento, la noche transcurrió por caminos trillados en cuanto al repertorio y modos de interpretación, exceptuando a Vicente Soto -con temas de su último disco, Tríptico flamenco (Sevilla)-, que puso mucho corazón, tal vez demasiado. Rancapino no se encontraba bien de facultades y se vio en apuros en los tonos -medios y bajos, acompañado por la g...

Extraordinario éxito de público en la clausura del festival flamenco de Alcobendas. La estrella fue Mercé, a quien se le entregó el segundo trofeo de la Peña Chaquetón, inspiradora del evento anual.Con una afición entregada que aplaudió todo y en todo momento, la noche transcurrió por caminos trillados en cuanto al repertorio y modos de interpretación, exceptuando a Vicente Soto -con temas de su último disco, Tríptico flamenco (Sevilla)-, que puso mucho corazón, tal vez demasiado. Rancapino no se encontraba bien de facultades y se vio en apuros en los tonos -medios y bajos, acompañado por la guitarra de Cepero, crecida en golpes de efecto, que siguen levantando ovaciones.

Imnaculada Aguilar debió de confundir su baile por soleá con unas alegrías, a juzgar por su mímica risueña y por los guiños que en numerosas ocasiones dirigió a la sala. Unas excelentes condiciones acústicas, salvo en la intervención de El Boquerón cantando para la bailaora cordobesa.