Rato provoca nerviosismo en los mercados al afirmar que sería realista parar el reloj de la moneda única

El vicepresidente económico, Rodrigo Rato, calificó ayer de "realista" la propuesta de "parar el reloj" de la moneda única. Su respaldo a las declaraciones efectuadas días atrás por el ministro de Exteriores, Abel Matutes, provocaron nerviosismo en los mercados financieros ante la duda de si España arrojará la toalla y no estará en condiciones de cumplir los criterios de convergencia al final de 1997. La reacción a la baja en la Bolsa la pérdida de posiciones de la peseta y el empeoramiento de la deuda, hicieron reaccionar al vicepresidente. Rato acudió por sorpresa al Congreso para puntualiza...

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El vicepresidente económico, Rodrigo Rato, calificó ayer de "realista" la propuesta de "parar el reloj" de la moneda única. Su respaldo a las declaraciones efectuadas días atrás por el ministro de Exteriores, Abel Matutes, provocaron nerviosismo en los mercados financieros ante la duda de si España arrojará la toalla y no estará en condiciones de cumplir los criterios de convergencia al final de 1997. La reacción a la baja en la Bolsa la pérdida de posiciones de la peseta y el empeoramiento de la deuda, hicieron reaccionar al vicepresidente. Rato acudió por sorpresa al Congreso para puntualizar y asegurar que la voluntad del Gobierno es cumplir los plazos y los objetivos de la unión monetaria.

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Rodrigo Rato comparecía públicamente por primera vez desde que fuera nombrado vicepresidente segundo para Asuntos Económicos. Eran las 9.00 horas y en el Ministerio de Economía los cuatro nuevos secretarios de Estado -Cristóbal Montoro, Juan Costa, José Folgado y Manuel Fernández Noriella-juraban su cargo. Al finalizar el acto, Rato hizo la esperada declaración programática y aprovechó para recalcar la importancia "para la coordinación de las políticas sectoriales" de su rango de vicepresidente.Terminado el acto, Rato hizo sus primeras declaraciones a los medios de comunicación. Se le preguntó su opinión sobre lo que el ministro de Exteriores, Abel Matutes, había afirmado a EL PAÍS, sobre la conveniencia de "parar el reloj" de la unión monetaria. Rato contestó: "Yo creo que el conjunto de las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores son realistas desde el punto de vista de los intereses españoles y desde luego forman parte de la política del Gobierno".

Quizá no quiso empezar desautorizando a otro miembro del Gobierno, pero lo cierto es que cometió un desliz. Ya sin micrófonos Rato explicó que sus declaraciones no tenían por qué sorprender a nadie ya que no es el primero que lo sugiere y precisó que en Europa ya se habían hecho otras

paradas de reloj". Los mercados son muy sensibles a todo lo que sugiera un relajamiento en el camino hacia la unión monetaria; en concreto, a todo lo que suponga bajar la guardia en la lucha contra el déficit.

La reacción no se hizo esperar. Nada más aparecer en las pantallas de los operadores las declaraciones de Rato la peseta (11.30 horas), la deuda y la Bolsa sufrieron una brusca caída, informa Victoria Carvajal. La moneda española perdió 34 céntimos y pasó de coti-. zar a 83,60 a 83,94 pesetas por marco. La rentabilidad de la obligación a 10 años -que sirve de referencia para los préstamos a largo plazo- pasó del 9,28% al 9,37%, rompiendo la tendencia a la baja de las últimas semanas. La Bolsa, que había abierto indecisa por los vaivenes el día anterior de Wall Street, cayó 0,87 puntos. Todo ello en un entorno moderadamente alcista del resto de los mercados europeos.

Una vez medido el alcance de sus palabras, Rato buscó la forma de puntualizarlas. Pasado el mediodía, acudió al Congreso aunque no lo tenía previsto, para asegurar que "no existe ninguna estrategia que contemple el no cumplimiento de los requisitos y de los plazos de Maastricht", informa Camilo Valdecantos. Al preguntarle cómo explicaba sus declaraciones anteriores aseguró que lo único que había hecho es respaldar las afirmaciones de un compañero de, Gabinete, pero que asumía el conjunto de las declaraciones y no una frase "sacada de contexto". Por su parte, Matutes volvió a afirmar ayer en Ravello (sur de Italia) que "si el tren español está sobre los raíles y es cuestión de unas semanas" para que llegue a la última fase de la unión monetaria "lo más razonable es que se pueda parar el reloj aunque no es lo que pretendemos", informa Ignacio Cembrero.

La aclaración, horas después, del máximo responsable de la política económica del nuevo Gobierno no consiguió invertir la tendencia de los mercados. La peseta cerró a 83,94 y la deuda mantuvo su rentabilidad en el 9,38%. Sólo la Bolsa, influida por la apertura alcista de Nueva York y las subidas del resto de Europa, ganó un 0,240/..

El Ministerio de Economía, por su parte, emitió el siguiente y escueto comunicado: "El Ministerio de Economía reitera el compromiso de cumplimiento de los criterios y plazos de convergencia de la Unión Monetaria, como demuestra que la primera medida económica de este Gobierno esté dirigida a conseguir el objetivo de déficit público para 1996".

Esa medida será un recorte que se analizará en el Consejo de Ministros de hoy, aunque probablemente se apruebe con posterioridad. Rato explicó que supondrá el 1% del presupuesto, es decir, unos 200.000 millones de pesetas y que afectará a todos los ministerios. El Gobierno también revisará a la baja la previsión de crecimiento económico para este año, hasta situarlo por debajo del 3%.

Dado que el Presupuesto elaborado por el anterior Gobierno se hizo sobre la base de un crecimiento del 3,4%, a estas alturas se estima que los ingresos serán al final de año inferiores en unos 100.000 millones a lo previsto. Ésta es una de las razones del ajuste. La otra es saldar la deuda de la sanidad con las comunidades (estimada en unos 60.000 millones), de las que casi 10.000 millones corresponden a Cataluña.

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