Reportaje:

"El jazz no es una música intelectual"

, Resulta evidente que el jazz no es la música preferida de los jóvenes de hoy, y el saxofonista californiano Joshua Redman, de 27 años, es el primero en reconocerlo. Pero él piensa que en todo esto hay un gran malentendido y que muchos ven el jazz con cierto prejuicio, como si se tratara de una música demasiado intelectual, apta sólo para excéntricos o refinados. "Pienso que el jazz es mal comprendido actualmente no sólo por los más jóvenes, sino por gente de todas las edades", dice Redman. Considerado como uno de los grandes músicos de jazz del momento, Redman actúa hoy con su quinteto ...

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, Resulta evidente que el jazz no es la música preferida de los jóvenes de hoy, y el saxofonista californiano Joshua Redman, de 27 años, es el primero en reconocerlo. Pero él piensa que en todo esto hay un gran malentendido y que muchos ven el jazz con cierto prejuicio, como si se tratara de una música demasiado intelectual, apta sólo para excéntricos o refinados. "Pienso que el jazz es mal comprendido actualmente no sólo por los más jóvenes, sino por gente de todas las edades", dice Redman. Considerado como uno de los grandes músicos de jazz del momento, Redman actúa hoy con su quinteto en Madrid, en el teatro Monumental, y lo hará también mañana en Valencia y el día 12 en Sevilla."Creo que el malentendido viene precisamente porque se piensa que el jazz debe ser comprendido que debe ser apreciado intelectualmente", dice el saxofonista. "Yo creo que el jazz no tiene que ver con la comprensión, sino con los sentimientos".

En sus principios, nadie ponía en duda que el jazz trataba de eso: sentimientos, emociones, sensaciones. "En los años treinta la música y cuarenta, el jazz era popular. Y por eso había una noción más general de su carácter emocional, como algo que podía conmover a mucha gente. Cuando empezó a crecer la afición al rock and roll, el jazz quedó algo marginado".

Sin embargo, Joshua Redman no cree que esa marginación se deba en exclusiva a complós comerciales ni al rechazo del público."Yo no culpo a nadie, el Jazz nunca va a ser la música de un público masivo. No vas a ver a un músico de jazz con el nivel de popularidad de Madonna o Prince. Pero el jazz tiene el Potencial ¿te llegar a un número mayor de personas si se altera un poco esa forma de percibirlo. No hay que cambiar la música en lo absoluto. La música de hoy está en un momento muy fuerte, muy vital. Se trata de orientar a la gente para que capte esa dimensión emocional del jazz".

El jazz puede expresar un amplio espectro de emociones,, aunque tal vez no sea el vehículo más idóneo para la rabia y el furor que a veces el rock sí puede proyectar. "Cada uno siente el jazz a su manera, pero estoy de acuerdo en que el jazz no es una música de emociones obvias, lo suyo son las emociones sutiles. Y por eso mismo, por el detalle que capaz de captar, pienso que es música de emociones más profundas. Tal vez no puedas expresar la furia de una forma evidente como hace el rock, pero sí puedes expresar rabia y dolor en sus aristas más poderosas, en su relación con la pasión y hasta con el amor. El jazz alude a emociones mucho más complejas".

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