Esperanza Aguirre, partidaria de las subvenciones en Educación y no en Cultura

La ministra dialogará sobre la ESO con los representantes de las zonas rurales

Esperanza Aguirre, ministra de Educación y Cultura, se estrenó ayer en el cargo con unas aparentemente contradictorias declaraciones sobre el apoyo del Estado a la iniciativa privada en los dos ámbitos de actuación de su departamento. En Los Desayunos de Radio 1, Aguirre se mostró partidaria a tope de que el Estado financie a la iniciativa privada en la enseñanza, pero, aunque no descartó "alguna forma de apoyo" al cine o al teatro, se manifestó prácticamente incompatible con la política de subvenciones a ambas actividades, que, en su opinión, no ha dado buenos resultados.

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Esperanza Aguirre, ministra de Educación y Cultura, se estrenó ayer en el cargo con unas aparentemente contradictorias declaraciones sobre el apoyo del Estado a la iniciativa privada en los dos ámbitos de actuación de su departamento. En Los Desayunos de Radio 1, Aguirre se mostró partidaria a tope de que el Estado financie a la iniciativa privada en la enseñanza, pero, aunque no descartó "alguna forma de apoyo" al cine o al teatro, se manifestó prácticamente incompatible con la política de subvenciones a ambas actividades, que, en su opinión, no ha dado buenos resultados.

La contradicción, subrayada por uno de los periodistas que la entrevistaron en el programa, se puso de manifiesto cuando declaró que su talante liberal "encaja muy mal" con la política de subvenciones en Cultura. Previamente, la ministra había defendido la posibilidad de retirar la financiación del Estado a una escuela pública a la que le sobraran plazas porque no tuviera demanda suficiente y poder, así, transferir ese dinero a la escuela privada de al lado si ésta, por el contrario, tuviera una demanda de plazas superior a su oferta.Aguirre dijo textualmente: "Hay un colegio, generalmente suele ser privado concertado, que tiene miles de peticiones para ingreso en ese Colegio que no pueden atender, y el ministerio, en cambio, no quiere aumentarles las ayudas. Y al lado hay otro colegio, público generalment e, al que sin embargo los padres no quieren llevar a sus hijos por la razón que fuera.

Entiendo yo que lo que hay que hacer es respetar esa libertad de elegir, aumentar las aulas en aquel que tiene más demanda y en cambio disminuirlas en el que tiene menos. Eso hasta ahora no se ha hecho porque se le ha dado prioridad a la enseñanza no sólo de titularidad pública o sufragada con fondos públicos sino a la enseñanza que directamente estaba gestionada también públicamente. A mí me parece que hay que darle más papel a los padres ahí y que si hay padres que piden que sus hijos vayan a un determinado colegio es porque ese colegio tiene calidad; los padres elegimos siempre que podemos la máxima calidad para la enseñanza de nuestros hijos. Los padres no se suelen equivocar y por lo tanto hay que procurar que puedan cumplir sus deseos, que puedan ver a sus hijos estudiar donde ellos quieran"

El periodista Diego Carcedo había interpretado que la nueva ministra estaría dispuesta a financiar incluso a las universidades privadas, pero Aguirre precisó que lo que quería defender era la necesidad de favorecer la competitividad. En realidad, ella había afirmado, en relación a la enseñanza universitaria, que "los monopolios, aunque sea en la provisión de un servicio público como es la enseñanza, no son buenos porque se apoltrona quien está al frente de esa institución".

Desde el primer momento, Esperanza Aguirre ha procurado dejar clara su decidida voluntad de apoyar a la iniciativa privada en plena sintonía con el presidente del Gobierno, José María Aznar. Éste, dentro de las escasas referencias a la política educativa incluidas en su discurso de investidura, no olvidó la promesa electoral de su partido de ampliar la gratuidad de la enseñanza a la educación infantil, nivel no obligatorio del sistema educativo y, por tanto, no sujeto a la política de conciertos. Aguirre precisó, en su toma de posesión, que esta ampliación se llevará a cabo a lo largo de la legislatura.

Pero la generosa disposición de la ministra a apoyar económicamente la oferta privada de la enseñanza y la libertad de eleccción de los padres seguramente tendrá que esperar a mejores tiempos. Como la propia andadura de la reforma del sistema educativo que se ha encontrado en marcha a su llegada al Gobierno. Aguirre sugirió que la restricción del gasto público hará que tengan que esperar, por costosos, determinados programas de la reforma.

En cuanto a las dificultades de la implantación de la ESO en las zonas rurales, la nueva ministra prometió dialogar con los sectores afectados. "Me siento muy unida a la gente que vive en el campo", dijo, pues "no tienen las ventajas e inconvenientes de quienes viven en las ciudades y hay que escucharles. Hay que escuchar a todo el mundo, dialogar y ver las razones a favor y en contra".

Miembros del equipo saliente de Educación y Ciencia rehusaron comentar las declaraciones de la nueva ministra a Radio Nacional, pero aseguraron que Aguirre tiene tal desconocimiento del departamento al que llega que incluso confunde la LOGSE con la LODE y no sabe si la reforma está contenida en una u otra ley.

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