Crítica:CINE

Un peculiar homenaje

Tras restaurar una de las primeras cámaras creadas por los hermanos Lumière, Philippe Poulet, estudioso del Museo de Cine de Lyón, tiene la idea de hacerles un curioso homenaje con motivo del centenario del nacimiento del cine. Al igual que durante los últimos años del siglo XIX los operadores de los hermanos Lumière viajan por todo el mundo en busca de noticias, se pide a distintos directores de muy diferentes países que hagan una película en las mismas condiciones que los hermanos Lumière.Un solo plano de 52 segundos de duración, rodado sin sonido sincrónico ni iluminación, en un máximo de t...

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Tras restaurar una de las primeras cámaras creadas por los hermanos Lumière, Philippe Poulet, estudioso del Museo de Cine de Lyón, tiene la idea de hacerles un curioso homenaje con motivo del centenario del nacimiento del cine. Al igual que durante los últimos años del siglo XIX los operadores de los hermanos Lumière viajan por todo el mundo en busca de noticias, se pide a distintos directores de muy diferentes países que hagan una película en las mismas condiciones que los hermanos Lumière.Un solo plano de 52 segundos de duración, rodado sin sonido sincrónico ni iluminación, en un máximo de tres tomas, y revelado y positivado en la misma cámara. Estas son las condiciones que 40 directores de todo el mundo aceptan para rodar, sin recibir a cambio la menor retribución, su particular homenaje a los hermanos Lumière. Mientras ellos ruedan, la realizadora Sarah Moon hace un pequeño reportaje en vídeo que luego acompaña a los planos rodados por los diferentes directores.

Lumière y compañía

Directora: Sarah Moon. Guionista. Philippe Poulet. Fotografíia: Sarah Moon, Frederic Léclair. Francia-España, 1995. Realizadores: Merzak Allouache, Théo Angelopoulos, Vicente Aranda, Gabriel Axel, John Boorman, Youssef Chahine, Alain Corneau, Costa-Gavras, Raymond Depardon, Francis Girod, Peter Greenaway, Lasse Hallström, Michael Haneke, Hugh Hudson, Gastón Kabore, Abbas Kiarostami, Cédric Klapisch, Andréi Konchalovsky, Patrice Leconte, Spike Lee, Claude Lelouch, Bigas Luna, David Lynch, Merchant / Ivory, Claude Miller, Idrissa Ouedraogo, Arthur Penn, Lucian Pintilie, Jacques Rivette, Helma Sanders, Jerry Schatzberg, Nadine Trintignant, Fernando Trueba, Liv Ullmann Jaco van Dormael, Régis Wargnier, Wim Wenders, Zhang Yimou, K¡ju Yoshida. Estreno en Madrid: Renoir (versión original subtitulada).

Locura por el cine

El resultado es un curioso homenaje de muy discutible interés, que antes que nada demuestra la locura por el cine de un amplio grupo de directores de los más variados países. Sin embargo, el problema de Lumière y compañía, más allá de la posible originalidad del experimento, es que, al fin y al cabo, se reduce a una sucesión de 40 películas de muy corta duración y que su visión resulta un tanto fatigosa. En buena parte por la poca originalidad mostrada por la mayoría de los directores y porque la realizadora Sarah Moon trata de hacer demasiado homogéneo el conjunto.El más pragmático es Vicente Aranda, que, con su personal humor, se limita a rodar desde otro ángulo uno de los planos de su excelente Libertarias. Mientras, Bigas Luna se muestra de lo más personal al hacer un plano de una mujer desnuda sentada en un sembrado dando de mamar a un niño. Y, para terminar con los españoles, Fernando Trueba se sitúa entre los más cercanos a los Lumière y a los más politizados al rodar al objetor de conciencia Félix Romeo saliendo de la prisión de Zaragoza.

Entre los demás participantes en el proyecto hay que destacar el plano del francés Alain Corneau, consistente en un baile de una danzarina del norte de la India coloreado a mano, tal como se hacía en la época. El del rumano Lucían Pintilie es uno de los más espectaculares, con unos novios que, tras su boda, se suben en un helicóptero y se van. Así como el del francés Jacques Rivette, donde una niña juega en una plaza al tiempo que dos personas mayores tropiezan.

Mientras la sueca Liv Ullmann se limita a retratar al famoso operador Sven Nykvist durante su trabajo; el francés Régis Wargnier, a fotografiar al presidente François Mitterrand, y el alemán Wirri Weriders, a sacar a los actores Bruno Ganz y Otto Sander sobre el tejado de la gran Biblioteca de Berlín.

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