"¿Ojalá me llaméis, aunque sea para figuración!"

En una reducida sala, con algunas filas de butacas y una pequeña cámara, Rodrigo, un joven actor, se prepara para una prueba. Tiene que interpretar una secuencia de Más allá del Jardin, la novela de Antonio Gala que dirigirá Pedro Olea próximamente. Tario (de Trinitario), el personaje que tiene que interpretar, llega a casa de la protagonista, con la que ha tenido una relación, a pedirle explicaciones y a intentar chantajearla. "Ella tiene todo y tú no tienes nada. Estás cabreado, pero también jodido. No es tan frío el tío, tiene la típica rabieta contra alguien a quien quieres y te ha ...

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En una reducida sala, con algunas filas de butacas y una pequeña cámara, Rodrigo, un joven actor, se prepara para una prueba. Tiene que interpretar una secuencia de Más allá del Jardin, la novela de Antonio Gala que dirigirá Pedro Olea próximamente. Tario (de Trinitario), el personaje que tiene que interpretar, llega a casa de la protagonista, con la que ha tenido una relación, a pedirle explicaciones y a intentar chantajearla. "Ella tiene todo y tú no tienes nada. Estás cabreado, pero también jodido. No es tan frío el tío, tiene la típica rabieta contra alguien a quien quieres y te ha hecho una putada", le dice Elena Arnau, directora de casting, al actor para ponerle en situación.Rodrigo recita su papel mientras la cámara le filma. Su nombre, su edad y su currículo también quedan grabados en la cinta que luego visionará Pedro Olea con la directora de reparto. El único papel que ya está adjudicado es el de Concha Velasco, que interpretará a la protagonista. El director pensó en ella directamente.

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Rodrigo se despide con un "¡Ojalá me llaméis, aunque sea para figuración!". Tras él entran otros actores. Todos llegan nerviosos y sin saber qué hacer con la cazadora. Las palabras de la directora de reparto no consiguen tranquilizarles. Casi todos quieren repetir la prueba, aunque la segunda les salga casi idéntica a la primera. Se nota que traen el papel aprendido de casa y que están tensos. Esa mañana pasaron por el estudio de Iberoamericana Films más de 10 actores para la prueba. Elena Arnau ya había visto a otros muchachos para el mismo papel y luego viajó a Sevilla en busca del mismo personaje. En total más de 50 pruebas diferentes.

La principal cantera de Arnau son los actores de teatro. Con ellos tiene garantizada la interpretación, aunque para el cine es importantísima la fotogenia. "El intérprete se va formando poco a poco. Hay gente que nace con la capacidad de actuar, pero la mayoría lo consiguen con empeño y entusiasmo", dice Arnau, que presume de ser la primera que probó al ya consagrado Javier Bardem para un programa de televisión.

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