El ex presidente de la Cámara baja colombiana se entrega a la fiscalía

Tres días después de que la Corte Suprema de Justicia ordenara su detención, ayer se entregó a las autoridades el ex presidente de la Cámara de Representantes Álvaro Benedetti. Benedetti está acusado de enriquecimiento ilícito y de haber financiado su campaña al Congreso con dinero del cartel de Calí. La demora en cumplirse la orden judicial se debió a que no existen en Bogotá lugares seguros para recluir a los detenidos ilustres.

Por esto, las autoridades buscan con urgencia, en el norte de la capital, una casa de 10 habitaciones. Un aviso, con este propósito, apareció estos días en al...

Tres días después de que la Corte Suprema de Justicia ordenara su detención, ayer se entregó a las autoridades el ex presidente de la Cámara de Representantes Álvaro Benedetti. Benedetti está acusado de enriquecimiento ilícito y de haber financiado su campaña al Congreso con dinero del cartel de Calí. La demora en cumplirse la orden judicial se debió a que no existen en Bogotá lugares seguros para recluir a los detenidos ilustres.

Por esto, las autoridades buscan con urgencia, en el norte de la capital, una casa de 10 habitaciones. Un aviso, con este propósito, apareció estos días en algunos periódicos. Según un informativo de televisión, una señora respondió pero se retractó al saber para qué sería utilizado su inmueble. Por temor a los atentados prefirió rechazar la oferta.Benedetti, quien se entregó a funcionarios del cuerpo técnico de la Fiscalía fue recluido, provisionalmente, en una instalación militar en un pueblo cercano a Bogotá. El representante detenido presidió un año la Cámara baja del Congreso hasta julio de 1995. En el momento de su detención -y ésta es otra de las muchas paradojas que tiene el llamado Proceso 8000- presidía la Comisión de Ética de la Cámara.

Esta comisión, por decisión que tomó el Consejo de Estado después de que la recusación rebotara de instancia en instancia, debe estudiar en los próximos días si 11 de los 15 miembros de la comisión que investiga al presidente, están habilitados para cumplir su función. Se les acusa de haber recibido -con conocimiento o sin él- del mismo dinero del narcotráfico, con el que llegó Ernesto Samper a la presidencia.

El ex ministro de Defensa Fernando Botero y los otros cuatro congresistas detenidos hasta el momento están recluidos en unidades militares. Todos ellos, en comparación con los detenidos comunes y corrientes, pueden considerarse presos consentidos. No están en celdas estrechas sino en pequeños pero cómodos apartamentos y reciben a diario largas visitas de sus familiares.