"La metadona evita ponerte los dientes largos en la calle"

Más de 70 toxicómanos reciben el sustituto de la heroína bajo control farmacéutico en el País Vasco

Un minuto antes de las 12.30 entra en la farmacia del barrio una pareja de toxicómanos -él, 31 años; ella, 27- que ha pasado la mitad de su vida dependiendo de la heroína. Es la hora de la cita diaria con el farmacéutico que les dispensa, al lado de casa, su dosis diaria de metadona. Un par de tragos de esta sustancia sustitutoria y la ansiedad provocada por la dependencia del caballo (heroína) desaparece hasta el día siguiente.Durante más de tres años los dos han tomado la metadónica en un centro de asistencia del otro extremo de Bilbao, enclavado en la zona de mayor tráfico de drogas ...

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Un minuto antes de las 12.30 entra en la farmacia del barrio una pareja de toxicómanos -él, 31 años; ella, 27- que ha pasado la mitad de su vida dependiendo de la heroína. Es la hora de la cita diaria con el farmacéutico que les dispensa, al lado de casa, su dosis diaria de metadona. Un par de tragos de esta sustancia sustitutoria y la ansiedad provocada por la dependencia del caballo (heroína) desaparece hasta el día siguiente.Durante más de tres años los dos han tomado la metadónica en un centro de asistencia del otro extremo de Bilbao, enclavado en la zona de mayor tráfico de drogas de la ciudad. Ahora, el programa de descentralización de la metadona puesto en marcha en el País Vasco acerca el tratamiento a los pacientes y abre la puerta a un cambio de hábitos fuera de los círculos de la droga, lo que mejora su calidad de vida y disminuye la conflictividad generada por las toxicomanías. "Lo mejor de tomar la metadona en la farmacia es que no ves a otros toxicómanos", dice la chica, que desde hace dos años no se inyecta heroína. Ahora pasamos más tiempo en casa y no se te ponen los dientes largos por la heroína".

Se conocieron en el centro de metadona de Conde Mirasol, en Bilbao la Vieja, una zona degradada y castigada por el tráfico de drogas, y desde hace poco más de un año comparten su vida en una habitación del barrio de San Ignacio. No tienen trabajo ni actividad alguna a la que dedicar su tiempo, y tampoco cuentan con dinero para hacer otra cosa que no sea ver la tele. Son dos de los 750 pacientes acogidos a los programas de metadona que funcionan en el País Vasco desde 1991. En toda España se suministra metadona en 16 de las 17 comunidades autónomas, a cerca de 18.000 pacientes.Ya llevan dos semanas tomando la metadona en la farmacia, cerca de su casa y del centro de salud mental que controla su atención. "Todavía son pocos días, pero en este tiempo sólo me he metido caballo una vez", dice orgulloso el joven. Es todo un récord, para un cuerpo machacado por casi 20 años de consumo de drogas que la metadona no ha conseguido acabar. "¿Cómo te vas a desenganchar si a 20 metros del centro de la metadona trafican con todo? Es un rollo juntar a los toxicómanos. Tomas la metadona, sales a beber, te metes pastillas y llega la bronca con los vecinos. Es mejor tomarlo aquí a solas". Su compañera esta de acuerdo: "En la forma que lo hacen en las farmacias poco se puede mejorar".

La descentralización de la metadona en el País Vasco comenzó en 1995, a través de los centros de salud y de un autobús que recorre el trayecto de Barakaldo a Bilbao con cuatro paradas en las que atiende a 186 toxicómanos. Ya son 56 las farmacias que dispensan metadona, pero un 25% del millar que funcionan en la comunidad autónoma vasca están dispuestas a colaborar en el programa. En Vizcaya y Guipúzcoa, han sido derivados hacia las farmacias, más de 70 pacientes. En Álava no hay lista de espera. "Pretendemos que participen un buen número de farmacias para diluir la presencia de toxicómanos", explica el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Vizcaya, Iñaki Linaza.

La cita con la farmacia es el único plan del día para la pareja. La dosis -unos 60 miligramos de media disueltos en agua- llega a la farmacia en envases precintados y personalizados. Los pacientes la toman bajo el control del farmacéutico, generalmente en la rebotica, donde los clientes no les ven beberla en un vasito de plástico.

Un opiáceo muy barato

La metadona es un opiáceo sintético muy barato. Una dosis diaria cuesta 3,5 pesetas, pero esta cantidad representa menos del 1% del coste total del programa por paciente. Los gastos de personal se llevan dos terceras partes del presupuesto, y otra partida importante cubre la realización periódica de análisis de orina para controlar la presencia de metadona, cocaína y heroína. "La principal ventaja de la metadona es que se mantiene activa dentro del organismo por un tiempo prolongado, lo que permite reducir la toma a una dosis diaria", explica el director de Salud Mental de Vizcaya, el psiquiatra José A. Martín Zurimendi. En contra de su utilización se sitúan los especialistas que defienden los proyectos libres de drogas, contrarios al mantenimiento de la adicción, aunque sea controlada.Para empezar, los médicos remitirán a las farmacias a los toxicómanos más estables para no comprometer su continuidad. Por ahora, la metadona está indicada en el caso de adictos con largos años de dependencia, importantes enfermedades orgánicas y fracasos terapéuticos repetidos. Se trata de ofrecer soluciones a los toxicómanos que no tienen otra salida en las redes tradicionales y si no es posible reconducirles hacia la deshabituación total, ofrecerles al menos una asistencia sanitaria adecuada que minimice el daño de las drogas inyectadas.

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