Jacques Chirac, pide a los militares franceses un apoyo sin fisuras a la "refundación del ejército"

La profesionalización del ejército francés, anunciada el jueves por el presidente Jacques Chirac, se verá marcada por duros límites presupuestarios. El Gobierno quiere reducir los costes anuales en 20.000 millones de francos (medio billón de pesetas), y desde los ministerios económicos se exige despido de unos 50.000 trabajadores en la industria militar. Chirac se reunió ayer en medio millar de jefes oficiales para pedirles un "apoyo sin fisuras" la "refundación del ejército" y explicarles la necesidad de limitar los gastos dedicados a la defensa.

Chirac convocó ayer por la mañana a 500...

La profesionalización del ejército francés, anunciada el jueves por el presidente Jacques Chirac, se verá marcada por duros límites presupuestarios. El Gobierno quiere reducir los costes anuales en 20.000 millones de francos (medio billón de pesetas), y desde los ministerios económicos se exige despido de unos 50.000 trabajadores en la industria militar. Chirac se reunió ayer en medio millar de jefes oficiales para pedirles un "apoyo sin fisuras" la "refundación del ejército" y explicarles la necesidad de limitar los gastos dedicados a la defensa.

Chirac convocó ayer por la mañana a 500 representantes de los ejércitos en París para convencerles de la necesidad de la reforma. Acudieron a la cita desde generales de división hasta sargentos, la mayoría inquietos ante su futuro y temerosos por la reducción de efectivos facilitada por la "carencia de enemigo". El presidente rechazó el término "dividendo de la paz" poco apreciado por los militares, pero reconoció que la idea consistía en aprovechar la caída del Pacto del Varsovia para ahorrar dinero."No se trata de recoger sin ninguna consideración no sé qué dividendos de la paz", dijo Chirac, "sino de aprovechar la pausa estratégica para limitar a un nivel razonable los créditos consagrados por el Estado a su defensa, permitiendo así tras dar el esfuerzo hacia sectores con necesidades más urgentes".

Y les anunció que el presupuesto anual hasta el 2002 quedaría congelado en 185.000 millones de francos corrientes (4,4 millones de pesetas), en lugar de los 205.000 millones estáblecidos en 1994 por una ley de programación que debía durar hasta fin de siglo. "La reducción en un 15% de los créditos de equipamiento y la disminución del formato deberán verse compensados por una alta disponibilidad de medios, un alto nivel de entrenamiento de las fuerzas y por la búsqueda de la superioridad tecnológica afirmó el presidente francés.

Mentis a Millon

Chirac admitió, contra lo dicho por su ministro de Defensa, Charles Millon, que sí sería necesario reducir el número de mandos, especialmente en las categorías de suboficiales y oficiales, pero aseguró que no habría despidos, sino "bajas voluntarias e incentivadas".A los pilares estratégicos ya enunciados el jueves ante todos los franceses, disuasión nuclear y rápida proyección al exterior, Chirac añadió un marcado acento europeísta. El ejército profesional francés debía insertarse, dijo, en "un sistema europeo de defensa realmente creíble ", basado especialmente en el eje franco-alemán, "sin olvidar, por supuesto, a los amigos británicos". Y les marcó un objetivo a sus militares: "Francia debe ser capaz de ponerse en cabeza de una coalición y, debe disponer de los estados mayores y los medios de transmisión proyectables necesarios para asumir el mando".

Jacques Chirac planteaba con ello una de las ideas básicas del plan de reforma. Aun con menos soldados, Francia debía erigirse en alternativa europea a Estados Unidos. La penosa experiencia de la guerra en la ex Yugoslavia ha convencido a Chirac de que la Unión Europea debe dotarse de una fuerza de intervención rápida y eficaz, sin la cual la diplomacia resulta estéril.

El ejército profesional francés, declaró, habría de ser capaz de adaptarse a las misiones de la OTAN, asumir el liderazgo de la defensa europea y efectuar tareas humanitarias y de mantenimiento de la paz en cualquier punto del globo. La competencia con Estados

Unidos ha sido igualmente fundamental en la elaboración de los proyectos de reconversión para la industria de la defensa. Las concentraciones, abiertas esta misma semana por la orden de fusión de Aéroespatiale (Airbus, Arianne) y Dassault (Mirage) son consideradas la única vía para competir con 14 una industria norteamericana que nos libra una guerra a muerte?' según explicó ayer a EL PAÍS un alto responsable del Ministerio de Defensa. "Las empresas de Estados Unidos quieren acabar con la industria europea, y si lo consiguen, Europa quedará en una posición de semidependencia declaró.

50.000 despidos civiles

La reconversión de la industria militar se ve forzada simultáneamente por los ministerios de Finanzas y Presupuesto, que exigen el despido de al menos 50.000 de los 300.000 trabajadores del sector, al "ritmo constante" de 10.000 al año, como condición para recapitalizar las empresas públicas.Bruno Racine, consejero militar del primer ministro, negó a este periódico que se hubiera cifrado ya el número de despidos necesarios, pero un portavoz de Finanzas reconoció como "razonable" el número de 50.000.

"Tardaremos al menos un año en saber qué se cerrará, y a partir de ahí lo haremos todo gradualmente y con compensaciones" declaró ayer Jean-Claude Mallet, director general de Asuntos Estratégicos del Ministerio de Defensa. Según especialistas citados ayer por Le Figaro, las compensaciones podrían elevarse a 875.000 millones de pesetas. Mallet aseguró que la mala experiencia del plan de reforma de la Seguridad Social, que provocó masivas protestas en diciembre, serviría para hacer las cosas "de otra manera".