Café con él

El candidato José María Aznar hizo la campaña de 1989 a conferencia de prensa diaria. En 1993, cuando sintió que podía ganar, redujo la cifra y sus comparecencias se limitaron a alguna. Ahora, seguro de que ganará, el número previsto es más exiguo: Ninguna.Las conferencias de prensa, la oportunidad de que los informadores puedan plantearle alguna pregunta, han desaparecido. El sucedáneo es la original fórmula de tomar café juntos.

La cita ayer era a las seis de la tarde, en el Parador del Golf, de Torremolinos. El protagonista llegó 25 minutos tarde. Saludó uno por uno a los presentes y...

El candidato José María Aznar hizo la campaña de 1989 a conferencia de prensa diaria. En 1993, cuando sintió que podía ganar, redujo la cifra y sus comparecencias se limitaron a alguna. Ahora, seguro de que ganará, el número previsto es más exiguo: Ninguna.Las conferencias de prensa, la oportunidad de que los informadores puedan plantearle alguna pregunta, han desaparecido. El sucedáneo es la original fórmula de tomar café juntos.

La cita ayer era a las seis de la tarde, en el Parador del Golf, de Torremolinos. El protagonista llegó 25 minutos tarde. Saludó uno por uno a los presentes y comenzó a bromear. Antes, uno de los responsables de prensa del partido advertía: "Nada de lo que se diga aquí es publicable". Por qué, preguntó alguien. "Porque lo digo yo", fue la respuesta.

Aznar habló del terrorismo, de los vídeos del PSOE y de las perspectivas de creación de empleo. "Vamos acabando", advirtió alguien del equipo de prensa del partido, "que no llegamos al mitin". Un periodista preguntó cuántos ministerios habría en un "Gobierno Aznar". La sorpresa fue que el as pirante a presidente empezó a enumerarlos... y le salían 11, luego 12...

Tuvo que tomar papel y bolígrafo para escribir la lista. Salían 13. Seguía faltando uno. El olvidado era Administraciones Públicas, cuyo más probable ocupante es Mariano Rajoy. Completada, por fin, la relación, una voz pidió: "Fírmala". Expectación. Magnífica escena para las cámaras de televisión. Como el público de los mítines, los periodistas han quedado convertidos en parte del escenario, un ingrediente del decorado. Aznar estampa su firma. El enviado especial de Canal Sur se quedó con el trofeo.

Aznar dedicó otros 10 minutos a dejarse retratar. Eran las 19.25. Así transcurrió el único contacto directo previsto, de contenido supuestamente informativo, del candidato Aznar con el medio centenar de, periodistas que siguen sus pasos, es decir, escuchan sus mítines, durante dos semanas.