El fiscal dice que Berlusconi "autorizó" la corrupción

"Este ministerio público no ha dicho nunca que Silvio Berlusconi no podía por menos de saber, sino que creo poder demostrar que sabía, que autorizó los pagos". El fiscal Gherardo Colombo, estrecho colaborador del dimitido Antonio Di Pietro, entró ayer de lleno en el juicio por corrupción que se sigue en Milán contra Berlusconi, con estas palabras que rebaten el argumento de la defensa de que sólo hay conjeturas contra el acusado.Además del líder de Forza Italia, que no asistió a esta sesión clave del juicio, están procesados su hermano Paolo, una docena de jefes y oficiales de la Policía Fisca...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

"Este ministerio público no ha dicho nunca que Silvio Berlusconi no podía por menos de saber, sino que creo poder demostrar que sabía, que autorizó los pagos". El fiscal Gherardo Colombo, estrecho colaborador del dimitido Antonio Di Pietro, entró ayer de lleno en el juicio por corrupción que se sigue en Milán contra Berlusconi, con estas palabras que rebaten el argumento de la defensa de que sólo hay conjeturas contra el acusado.Además del líder de Forza Italia, que no asistió a esta sesión clave del juicio, están procesados su hermano Paolo, una docena de jefes y oficiales de la Policía Fiscal y varios dirigentes de Fininvest, el grupo empresarial del ex primer ministro. Algunos de estos son presuntamente responsables de haber pagado a los agentes 380 millones de liras (unos 30 millones de pesetas) para evitar inspecciones en Mondadori, Videotime, Mediolanum y Telepiú.

Más información

Según el fiscal, Berlusconi dirigía su enorme grupo, el segundo privado italiano, como una empresa familiar en la que se ocupaba de hasta los mínimos detalles. Colombo sostuvo, además, que las relaciones entre el propietario de Fininvest y la policía, fiscal han sido estrechas desde hace mucho tiempo. Y recordó que Berlusconi ha reconocido haber sido miembro de la logia masónica Propaganda Dos (P-2), en la que estuvieron también 37 oficiales del cuerpo mencionado.

Entrevista clave

Pero la prueba más firme con que cuenta la acusación es una intervención del teléfono de un abogado de Fininvest, que fue inspector del fisco antes de trabajar para Berlusconi. Este abogado, llamado Massimo Maria Berruti, estuvo en Palazzo Chigi, sede de la presidencia del Gobierno, el 8 de junio de 1994, cuando Berlusconi era primer ministro. Tras abandonar el edificio, Berruti llamó a otro ex oficial de la policía fiscal para pedirle que contactara con un colega encarcelado por corrupción y que le sugiriera que no hablara a los jueces del soborno que le había pagado Mondadori. Los Fiscales sostienen que Berruti se entrevistó con Berlusconi, y que esta sucesión de hechos prueba un caso concreto de implicación de éste en la corrupción.Los abogados de Berlusconi niegan que Berruti viera el día autos al entonces presidente del Gobierno. Giuseppe de Luca, uno de los defensores, replicó ayer a Colombo que la acusación no tiene ni un testimonio ni un documento del que se pueda deducir que Berlusconi haya autorizado los pagos". Por otra parte, tales pagos no serían sobornos, sino la respuesta inevitable a la extorsión practicada por los policías.

Archivado En