Cierra el American Center de París por una crisis presupuestaria

El American Center (AC) de Paris, creado por Frank Gehry -el arquitecto del Guggenheim de Bilbao- ha cerrado sus puertas después de sólo veinte meses de funcionamiento. El AC ha sido víctima de la crisis en las inversiones. culturales, del exagerado coste que suponía el mantenimiento del edificio, de, una opción urbanística demasiado arriesgada y del éxito de las posturas más conservadoras en los Estados Unidos.Las instalaciones ideadas por Gehry entraron en funcionamiento en 1994, sustituyendo la antigua céntrica sede del bulevar Raspail. La venta de ésta permitió disponer al AC de 220 millon...

El American Center (AC) de Paris, creado por Frank Gehry -el arquitecto del Guggenheim de Bilbao- ha cerrado sus puertas después de sólo veinte meses de funcionamiento. El AC ha sido víctima de la crisis en las inversiones. culturales, del exagerado coste que suponía el mantenimiento del edificio, de, una opción urbanística demasiado arriesgada y del éxito de las posturas más conservadoras en los Estados Unidos.Las instalaciones ideadas por Gehry entraron en funcionamiento en 1994, sustituyendo la antigua céntrica sede del bulevar Raspail. La venta de ésta permitió disponer al AC de 220 millones de francos (casi 5.550 millones de pesetas), que invirtió en los locales que ahora cierran. El nuevo emplazamiento, vecino a la aún no inaugurada Gran Biblioteca y a un enorme, nuevo y ruinoso gran centro comercial alimentario, supuso alejarse del centro cultural de la ciudad sin poder beneficiarse aún del crecimiento y cambio de signo de un barrio hasta ahora estrictamente. industrial.

La construcción del nuevo American Center resultó. más cara de lo previsto y éste no pudo hacer frente a los impuestos municipales. Los mecenas privados, que debían permitir al centro, junto con los recursos de la propia gestión, realizar un ambicioso programa de actividades culturales, no han acudido a la cita. Y no se han hallado los 30 millones de francos necesarios cada año para mantenerlo abierto.

Este cierre supone poner fin a 52 años de presencia continuada de actividad cultural estadounidense en París al mismo tiempo que se anuncia la apertura de un centro cultural japonés. Ahora el AC se dice dispuesto a organizar actividades en locales de alquiler, a ser un Centro sin centro, pero antes necesita encontrar comprador para su bello pero, costosísimo local, algo que puede resultar muy complicado en plena crisis del sector inmobiliario.