Los ecologistas seguirán las acciones contra el embalse de Irueña, recien aprobado

Los ecologistas salmantinos continuarán "las acciones legales ya iniciadas para conseguir que se paralice la construcción" del pantano de Irueña, que el Consejo de Ministros autorizó en su última reunión de 1995, a pesar de que el volumen del embalse se ha reducido de forma apreciable, al pasar la altura de la presa a 68,5 metros, frente a los 89 inicialmente previstos, lo que ha merecido los para bienes de los cuatro municipios afectados. El embalse de Irueña, situado en el -ángulo suroeste de la provincia de Salamanca, cerca de Ciudad Rodrigo, inundará 600 hectáreas de los términos municipal...

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Los ecologistas salmantinos continuarán "las acciones legales ya iniciadas para conseguir que se paralice la construcción" del pantano de Irueña, que el Consejo de Ministros autorizó en su última reunión de 1995, a pesar de que el volumen del embalse se ha reducido de forma apreciable, al pasar la altura de la presa a 68,5 metros, frente a los 89 inicialmente previstos, lo que ha merecido los para bienes de los cuatro municipios afectados. El embalse de Irueña, situado en el -ángulo suroeste de la provincia de Salamanca, cerca de Ciudad Rodrigo, inundará 600 hectáreas de los términos municipales de Fuenteaguinaldo, El Bodón, Robleda y El Sahugo, con un volumen de embalse de 110 hectómetros cúbicos. El proyecto inicial preveía la inundación de 1.200 hectáreas y capacidad para 210 hectómetros cúbicos, con un coste cercano a los 7.000 millones de pesetas, que ahora se han reducido a 5.500.

La fuerte oposición de los ecologístas motivó que hace poco más de un año el ministro José Borrell recorriera a pie, la accidentada y atractiva zona afectada por el proyecto. A partir de ahí se decidió la reducción. Sin embargo, la asamblea de grupos ecologistas de Salamanca ha reaccionado en contra de la aprobación del Gobierno, ya que entiende que "el proyecto. no obedece a criterios técnicos, sino políticos, puesto que técnicamente se podrían buscar otras soluciones más baratas y de menor impacto para el abastecimiento de poblaciones y la prevención de inundaciones", que son los motivos fundamentales, esgrimidos para justificar la construcción del pantano. Para los grupos ecologistas, "estamos ante un ejemplo más de derroche de dinero público para obtener dividendos electorales".

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