Un ortodoxo adversario de Gorbachov
El tesón y la calma son dos de las cualidades características del líder comunista Guennadi Ziugánov, un hombre de 51 años sin gran carisma, que, en sus ademanes suaves, conserva aún las huellas de sus orígenes como hijo aplicado de una familia de maestros rurales del interior de Rusia.Fiel a la tradición, Ziugánov comenzó también como maestro rural. Hizo carrera en las Juventudes Comunistas y, en 1983, llegó a Moscú para trabajar en la sección de Propaganda del Comité Central del Partido Comunista de la URSS. En esta institución, de 1989 a 1990, fue jefe de la sección de Ideología y uno de los...
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El tesón y la calma son dos de las cualidades características del líder comunista Guennadi Ziugánov, un hombre de 51 años sin gran carisma, que, en sus ademanes suaves, conserva aún las huellas de sus orígenes como hijo aplicado de una familia de maestros rurales del interior de Rusia.Fiel a la tradición, Ziugánov comenzó también como maestro rural. Hizo carrera en las Juventudes Comunistas y, en 1983, llegó a Moscú para trabajar en la sección de Propaganda del Comité Central del Partido Comunista de la URSS. En esta institución, de 1989 a 1990, fue jefe de la sección de Ideología y uno de los adversarios intemos a la política de reformas Mijaíl Gorbachov. En 1990, al fundarse el Partido Comunista Ruso, se convirtió en uno de los dirigentes de esta formación ortodoxa.
Ziugánov, que adoptó posiciones nacional-patrióticas, ha criticado tanto a Gorbachov, a quien hubiera querido echar como jefe del PCUS, y al ideólogo de la perestroika, Alexandr YákovIev. En julio de 1991, firmó junto con otros nacionalistas una carta abierta considerada como el manifiesto ideológico de los golpistas de agosto de 1991. En el otoño de 1993, en vísperas del cañoneo del Parlamento, Ziugánov intervino en la televisión para advertir contra las provocaciones.