Los presidentes de las 25 patronales europeas se comprometen a luchar contra el paro juvenil

C. P., Uno de cada cinco jóvenes europeos está. en paro. El reparto no es uniforme y los mayores porcentajes corresponden a Irlanda, Finlandia, Francia, Grecia, Italia y España. En todos ellos y desde 1991, se viene produciendo una degradación constante de las tasas de desempleo juveniI. Ante esta situación alarmante, los empresarios han, empezado a reaccionar y ayer los presidentes de las 25 patronales. europeas, y de su confederación, Unice, firmaron una declaración formal en la que: sé comprometen a "movilizarse por el empleó de los jóvenes". A los Gobiernos les piden flexibilidad e incenti...

C. P., Uno de cada cinco jóvenes europeos está. en paro. El reparto no es uniforme y los mayores porcentajes corresponden a Irlanda, Finlandia, Francia, Grecia, Italia y España. En todos ellos y desde 1991, se viene produciendo una degradación constante de las tasas de desempleo juveniI. Ante esta situación alarmante, los empresarios han, empezado a reaccionar y ayer los presidentes de las 25 patronales. europeas, y de su confederación, Unice, firmaron una declaración formal en la que: sé comprometen a "movilizarse por el empleó de los jóvenes". A los Gobiernos les piden flexibilidad e incentivos fiscales.

La confederación de empresarios europeos, Unice, celebró ayer un inusual foro. El tema exclusivo de debate era el paro juvenil y, además de todas las patronales del continente, participaron el Príncipe don Felipe; el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors; la comisaria Edith Cresson; el presidente de la Comisión Social del Parlamento Europeo, Stephen Hughes; el máximo responsable de los sindicatos europeos, Emilio Gabaglio; y el ministro de Educación español, Jerónimo Saavedra.Todos ellos fueron testigos de la firma de un documento en el que los empresarios reconocen la gravedad de las consecuencias económicas y sociales del paro entre los jóvenes y del papel primordial de la formación. También expresan su voluntad de convertir el problema del desempleo juvenil en una de sus prioridades básicas, de redoblar los esfuerzos para integrar a los jóvenes en el mercado laboral, de intensificar su cooperación con los poderes públicos y de establecer un diálogo permanente con los centros de formación y los agentes sociales para hallar soluciones innovadoras en la creación de empleo.

El Príncipe don Felipe mostró todo su apoyo a esta iniciativa y alertó sobre "los efectos del paro juvenil que no se producen sólo en el sistema productivo y económico, se producen también en nuestra estructura de convivencia". Y lanzó este interrogante: "Los jóvenes nos preguntamos por qué. cada vez hay menos oportunidades de empleo, cuando es mayor nuestra formación".

El modelo alemán

Uno de los objetivos era precisamente conocer las experiencias puestas en marcha en algunos países europeos para combinar la, formación profesional y la inserción laboral de los jóvenes, e intentar trasladarlas a otras zonas. El modelo de Alemania es, quizás, uno de los más, sólidos y Klaus Murmann, presidente de los empresarios alemanes, expuso el sistema dual de formación en las empresas, que durante dos o tres años combinan la enseñanza teórica y práctica. De esta forma entran en la vida productiva 1,8 millones de jóvenes y las empresas aportan .45.000 millones de marcos alemanes (3,8 billones de pesetas) para formación básica y una cifra similar para la formación profesional ulterior a lo largo de toda la carrera laboral de los trabajadores.

Los presidentes de las patronales de Italia, Luigi Abete, y Dinamarca, Niels Fog, también explicaron sus respectivas experiencias y el máximo responsable de Unice, Frangois Perigot, lanzó el reto de que los resultados del debate de ayer se transformen en iniciativas "reales y permanentes". Eso es también lo que espera la comísaría europea de Ciencia, Investigación y Desarrollo, Edith Cressofi, y confia en que el documento firmado sea el inicio de una movilización de las empresas" por el empleo. Ella recordó que los jóvenes en paro se han convertido "en las primeras víctimas de la recesión económica".

El camino que ahora deben emprender los empresarios es lo más complejo. Para combatir el paro, la patronal rechaza el reparto del empleo, tal como manifestó claramente José María Cuevas, presidente de los empresarios españoles. En su criterio "no hay soluciones mágicas ni vale el. reparto del tiempo de trabajo ni aumentar la protección social", El presidente de Unice niega asimismo que esa sea una solución para el empleo: "No basta decir que con reducir, la jornada se pueden contratar más trabajadores. Quizás en algún caso sirva, pero no hay que quedarse en soluciones tan simplistas".

Reparto del trabajo

Con esa afirmación discrepan radicalmente del secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), Emilio Gabaglio, que recalcó expresamente el efecto positivo que tiene "la reducción del tiempo de trabajo para la inserción laboral de los jóvenes". El dirigente sindical lanzó asimismo una propuesta para que la Unice y la CES negocien un acuerdo marco para facilitar la contratación de jóvenes. "La flexibilidad", afirmó, "desde hace tiempo no es un tabú para los sindicatos europeos, siempre que se haga en sentido positivo y negociado".

José María Cuevas y François Perigot creen, además, que el salario mínimo interprofesional. puede constituir "un freno a la inserción de los jóvenes, en el mercado laboral". Y piden claramente a los gobiernos más flexibilidad laboral, incentivos fiscales, sobre todo para las pequeñas y mediana empresas, y que no se frene el crecimiento ecónomico, según Perigot. El presidente de Unice recordó que el paro "es una responsabilidad, colectiva" y expuso que, por esa razón, los empresarios reclaman la colaboración de estos cuatro interlocutores para luchar contra el paro: los gobiernos, que deben aprobar reformas estructurales y relanzar el crecimiento económico; el sistema educativo, que debe entender que la formación profesional ha de ser una actividad compartida con las empresas; las familias, pira que acepten que la formación profesional es una opción tan válida como la titulación universitaria; y los sindicatos, con los que en varios países han logrado la cooperación necesaria para poner en marcha sistemas de formación profesional que funcionan bien.