Puro arte gitano

Esta festera malagueña pertenece a esa excepcional generación femenina de los años sesenta -hoy ya casi extinguida- que dio tan brillantes figuras como La Perla de Cádiz, La Repompa o La Quica, y quehicieron rutilar las noches y los nombres de los tablaos de Andalucía y Madrid. Hija de La Pirula, otra notable festera, La Cañeta permanece casi como un especimen único, un ejemplar valioso de otros tiempos y otras maneras de entender lo flamenco.En su nueva comparecencia madrileña, esta mujer madura llamada Teresa ha vuelto a dejarse la piel y el alma en el escenario. Destapó por alegrías su repe...

Esta festera malagueña pertenece a esa excepcional generación femenina de los años sesenta -hoy ya casi extinguida- que dio tan brillantes figuras como La Perla de Cádiz, La Repompa o La Quica, y quehicieron rutilar las noches y los nombres de los tablaos de Andalucía y Madrid. Hija de La Pirula, otra notable festera, La Cañeta permanece casi como un especimen único, un ejemplar valioso de otros tiempos y otras maneras de entender lo flamenco.En su nueva comparecencia madrileña, esta mujer madura llamada Teresa ha vuelto a dejarse la piel y el alma en el escenario. Destapó por alegrías su repertorio habitual de tangos y bulerías, que salen del tarro, más genuino de las esencias gitanas. Capaz de provocar un huracán de un soplo de aire, La Cañeta barrió el espacio con sus cantes y con sus bailes basados en la improvisación permanente.

Auxiliada por la voz desgarrada de su marido en soleares y fandangos de Huelva, y por la guitarra de El Viejín, realmente colosal, La Cañeta volvió a arrebatar con su modelo de arte que no se caracteriza por el refinamiento, pero que está impregnado de gracia y de sentimiento.