La noche de Ketama y Raimundo
Pese a una de las más caóticas organizaciones de conciertos vista en mucho tiempo en Madrid, la ciudad respondió a la llamada de Raimundo y Ketama y abarrotó anoche hasta la última barandilla del Palacio de los Deportes de la Comunidad, para vivir con sus ídolos una fiesta por todo lo alto. Casi 40 minutos después de la hora prevista, Raimundo Amador hizo entrada en el escenario, y la multitud, agotando el poco oxígeno que quedaba, lanzó un rugido que no habría de terminar hasta el último compás de la banda de los Carmona y Habichuela. Fue la noche de Ketama y Raimundo Amador.-...
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Pese a una de las más caóticas organizaciones de conciertos vista en mucho tiempo en Madrid, la ciudad respondió a la llamada de Raimundo y Ketama y abarrotó anoche hasta la última barandilla del Palacio de los Deportes de la Comunidad, para vivir con sus ídolos una fiesta por todo lo alto. Casi 40 minutos después de la hora prevista, Raimundo Amador hizo entrada en el escenario, y la multitud, agotando el poco oxígeno que quedaba, lanzó un rugido que no habría de terminar hasta el último compás de la banda de los Carmona y Habichuela. Fue la noche de Ketama y Raimundo Amador.-