Crítica:

Impresionante

Lenny Kravitz BandLa Riviera. Precio: 3.500 pesetas. Madrid, 29 de septiembre

Una sola palabra basta para definir el antológico concierto ofrecido por la máxima megaestrella del rock de los noventa: impresionante. Desde el primer compás Lenny Kravitz mostró la magnitud de un rock moderno y bailable, que toma más prestado de músicos blancos, como John Lennon o Led Zeppelin, que de los de su propia raza. Si uno cerraba los ojos, el volumen atronador Y la intención de Tunnel vision, Always on the run, Mr. cab driver o Are you gonna go may way? parecían salir del archivo m...

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Lenny Kravitz BandLa Riviera. Precio: 3.500 pesetas. Madrid, 29 de septiembre

Una sola palabra basta para definir el antológico concierto ofrecido por la máxima megaestrella del rock de los noventa: impresionante. Desde el primer compás Lenny Kravitz mostró la magnitud de un rock moderno y bailable, que toma más prestado de músicos blancos, como John Lennon o Led Zeppelin, que de los de su propia raza. Si uno cerraba los ojos, el volumen atronador Y la intención de Tunnel vision, Always on the run, Mr. cab driver o Are you gonna go may way? parecían salir del archivo musical más heavy de los setenta. Pero en cuanto Kravitz abría la boca, recordaba al entregado público cuál es en realidad el color de su piel. Casi ningún blanco canta de esa manera.

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La banda respondió a pleno pulmón, tanto en los temas rápidos ya citados como en estremecedoras baladas como Believe, Circus, o un increíble Let love rule.

Pero lo más reseñable de todo es la capacidad de este multiinstrumentista para apropiarse de las más importantes lecciones del glam y desparramarlas desde el escenario, como hacían antaño los viejos dinosaurios del rock.

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