El crecimiento mundial se moderará al 2,9% en 1995, según la UNCTAD

El crecimiento de la economía mundial perderá fuerza este año y se moderará hasta el 2,9% debido a la mayor debilidad de la economía estadounidense y a los efectos en Latinoamérica de la crisis de México, según publica hoy en su informe anual la agencia para el comercio y el desarrollo de las Naciones Unidas, la UNCTAD. El volumen de intercambios comerciales crecerá, sin embargo, el doble que la economía: un 5,8%. La agencia advierte a las economías en desarrollo del peligro del uso de los derivados en sus incipientes mercados.

Las economías de Europa occidental mantendrán su expans...

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El crecimiento de la economía mundial perderá fuerza este año y se moderará hasta el 2,9% debido a la mayor debilidad de la economía estadounidense y a los efectos en Latinoamérica de la crisis de México, según publica hoy en su informe anual la agencia para el comercio y el desarrollo de las Naciones Unidas, la UNCTAD. El volumen de intercambios comerciales crecerá, sin embargo, el doble que la economía: un 5,8%. La agencia advierte a las economías en desarrollo del peligro del uso de los derivados en sus incipientes mercados.

Las economías de Europa occidental mantendrán su expansión en una tasa del 2,8%, estima la UNCTAD, mientras que la recesión seguirá azotando la economía japonesa, cuyo producto interior bruto (PIB) se contraerá un 0,5% este año. "La economía mundial ha estado perdiendo fuelle en 1995", señala el organismo en el citado informe. "Los países donde más se frenará el crecimiento serán Estados Unidos y los de América Latina".El 2,9% de crecimiento previsto para 1995 contrasta con el 3,1% registrado en 1994, que confirmó la solidez de la recuperación en curso tras el mísero 1,7% que creció la economía mundial en 1993.

Pero este año, frente al 4,1% que aumentó el PIB de EE UU en 1994, la mayor tasa en diez años, sólo se espera que lo haga en un 2,7%, según los economistas de la agencia. En Latinoamérica, las perspectivas a corto plazo se han visto trastocadas por los efectos de la crisis financiera en México el pasado diciembre. La que fuera una de las áreas más dinámicas en 1994, con un aumento del PIB del 3,7%, pasará a crecer un 2% este año. El crecimiento en Francia y Alemania también se moderará: del 2,7% y 2,9% registrados respectivamente en 1994, ambos pasarán al 2,5%. El Reino Unido e Italia, sin embargo, mantendrán su expansión en tasas del 2,8% y 3%.

Carlos Fontín, máximo responsable de la agencia, señaló ayer en una conferencia de prensa: "Las economías de la OCDE [organización que agrupa a los 25 países más industrializados del mundo] tendrán un comportamiento pobre en 1995 y sin grandes perspectivas de que mejore pues la tasa de inversión es muy baja". "De nuevo en 1995", señaló, "al igual que en 1994, serán las economías en vías de desarrollo las que tomen el liderazgo en la expansión mundial al crecer un 4,5%".

La UNCTÁD señala, además, que el débil crecimiento de la OCDE se mantendrá debido a la aplicación de políticas monetarias muy restrictivas (tipos de interés reales altos) para controlar la inflación y a la inestabilidad financiera. El resultado de estos dos fenómenos, añaden estos expertos, es una elevada tasa de desempleo. El paro, aseguran, es el mal de las economías desarrolladas, con 34 millones o un 7% de la población activa sin trabajo.

La locomotora china

El informe destaca que Asia es, de nuevo, la región más dinámica del planeta. Su crecimiento se situará en el 6% este año, algo más que el 5,4% del año pasado. "En general, las economías asiáticas se han beneficiado de la subida del yen, que ha forzado a las industrias japonesas a trasladar su producción intensa en mano de obra a países vecinos". La expansión de la economía china tiene asimismo un efecto de locomotora en la región. Este año China crecerá un 9,6%, según la UNCTAD, tras el 12% de media de los últimos tres años.La agencia advierte en su informe contra el uso de los derivados en los incipientes mercados de las economías en desarrollo. La quiebra del banco británico Barings hace unos meses por el uso de estos instrumentos financieros ha disparado las alarmas. Los derivados sirven para cubrir una inversión contra momentos adversos en el mercado o para especular sobre la dirección que tomará un índice o un tipo de cambio.

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