El reparto del agua del trasvase origina disputas entre los regantes del Segura

El conflicto por el reparto del agua no sólo crea problemas entre regiones, sino que las disputas ya han empezado incluso dentro de los regantes del Segura. La reunión celebrada ayer entre los representantes de las tres Vegas para la organización de los riegos acabó sin acuerdo y con el abandono de la Junta de Hacendados de la Huerta de Murcia, que es la comunidad de regantes tradicionales más importante de la cuenca.El conflicto se ha originado por una cuestión menor: la cesión de 100 litros por segundo -del cupo de 12 hectómetros cúbicos que corresponde a la Vega Media- a una comunidad de re...

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El conflicto por el reparto del agua no sólo crea problemas entre regiones, sino que las disputas ya han empezado incluso dentro de los regantes del Segura. La reunión celebrada ayer entre los representantes de las tres Vegas para la organización de los riegos acabó sin acuerdo y con el abandono de la Junta de Hacendados de la Huerta de Murcia, que es la comunidad de regantes tradicionales más importante de la cuenca.El conflicto se ha originado por una cuestión menor: la cesión de 100 litros por segundo -del cupo de 12 hectómetros cúbicos que corresponde a la Vega Media- a una comunidad de regantes de la zona de Sangonera la Verde. El presidente de los hacendados, Alfonso Gálvez, reconoció que esa cantidad es insignificante, pero criticó a la Confederación Hidráulica del Segura por intentar crear un precedente contra sus derechos históricos. Gálvez dijo que prefiere no regar antes que renunciar a ellos. La Junta ha decidido suspender de momento los riegos, poner el caso en manos de sus abogados y convocar una manifestación para el día 17.

Por otra parte, la avería detectada en el acueducto del Tajo al Segur ya ha sido reparada.

Mientras tanto, varios centenares de agricultores de Castilla-La Mancha, pertenecientes al sindicato ASAJA, se manifestaron ayer en Madrid para protestar contra el último trasvase Tajo-Segura. Como símbolo de las 150.000 hectáreas de viñedos que, aseguran, ya se han perdido, portaron cepas resecas, según informa Ricardo Villa.

Los gritos de indignación y de petición de dimisión del Gobierno y, especialmente, del ministro de Obras Públicas, José Borrell, que fue calificado de "impresentable", fueron continuos.

Los agricultores, recibidos por el secretario general de la Vivienda, Victoriano González, solicitaron el levantamiento de las sanciones impuestas por el riego de la viña y la derogación de su estatuto. Además, pidieron el establecimiento de pozos comunitarios subvencionados y el aumento de las ayudas.

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