Obiang se dispone a indultar a Moto

El presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, se dispone a dar un paso decisivo para normalizar sus relaciones con el mundo exterior, y muy especialmente con España. Si se cumplen los plazos previstos, el próximo 3de agosto, 16º aniversario del golpe de libertad que llevó al poder a Obiang, saldrá de la cárcel el líder opositor Severo Moto. Condenado el pasado 24 de abril a una pena de 28 años de cárcel por una supuesta conjura para acabar con el régimen, Moto, presidente del Partido del Progreso (PP), obtendrá la "clemencia" de Obiang gracias a las gestiones de los Gobiernos español y f...

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El presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, se dispone a dar un paso decisivo para normalizar sus relaciones con el mundo exterior, y muy especialmente con España. Si se cumplen los plazos previstos, el próximo 3de agosto, 16º aniversario del golpe de libertad que llevó al poder a Obiang, saldrá de la cárcel el líder opositor Severo Moto. Condenado el pasado 24 de abril a una pena de 28 años de cárcel por una supuesta conjura para acabar con el régimen, Moto, presidente del Partido del Progreso (PP), obtendrá la "clemencia" de Obiang gracias a las gestiones de los Gobiernos español y francés y a las conversaciones directas que, desde hace una semana, sostiene en Malabo Rodolfo Martín Villa.

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El ex vicepresidente del Gobierno con la Unión de Centro Democrático y actual miembro de la Junta Directiva Nacional del Partido Popular (PP), llegó a Malabo hace una semana tras recibir una invitación personal de Teodoro Obiang: Al llegar a a capital ecuatoguineana, Martín Villa fue recogido por un avión que le trasladó a Bata, en el continente, para alojarse en el propio palacio presidencial. Huésped especial de Obiang, Martín Villa ha viajado a título personal, aunque con conocimiento del Ministerio de Asuntos Exteriores y el visto bueno de su partido. Oficialmente, Martín Villa viaja como experto en transiciones; no en vano vivió en primera línea la española junto a Adolfo Suárez, que también intentó infructuosamente contribuir a la democratización guineana en mayo de 1992.El pasado 25 de junio, el régimen de Guinea Ecuatorial entendió que la situación de deterioro en sus relaciones con Madrid era insostenible pava la evolución política y para la economía del país. Frente a una discusión bloqueada por la situación de Severo Moto, condenado a 28 años de cárcel tras un proceso manifiestamente irregular, España aceptó sentarse a hablar en un marco general, y no sólo del caso Moto, la deuda de Malabo con España (que venció a fines de junio) o el futuro de la cooperación, vital para la viabilidad de Guinea. España intentaba sobre todo que Moto dejara de ser una moneda de cambio que saliera a relucir en todos los debates.

Acortar distancias

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El cara a cara de Martín Villa con Obiang tuvo un correlato en Madrid. Julio ha servido para que la distancia inconmensurable a que había llegado el diálogo político entre Malabo y Madrid comenzara a acortarse, gracias a las intensas conversaciones sostenidas entre el director general de Política Exterior para Africa y Medio Oriente, Miguel Ángel Moratinos, y el embajador especial para Guinea Ecuatorial, Joaquín Pérez Gómez, con Santiago Nsobeya, embajador de Obiang en España.

El éxito parece estar a punto de coronar estos dos frentes de diálogo. El próximo domingo, en el avión que une semanalmente Madrid con Malabo, Moratinos y Pérez Gómez volarán a la capital ecuatoguineana. Ninguna de las dos visitas -ni la de los representantes de Exteriores ni la de Martín Villa- se presentan, tal vez para no entorpecer la negociación, como ligadas directamente a la suerte de Severo Moto. Si un mal paso no tuerce las excelentes perspectivas que se observan desde la oposición, el presidente guineano firmará el próximo 2 de agosto el indulto para Moto y los 11 condenados junto a él, y la medida entraría en vigor al día siguiente, 16º aniversario del golpe que llevó a Teodoro Obiang al poder tras derrocar al primer presidente del país, su tío Francisco Macías.

La estancia de Martín Villa es supuestamente, privada, sin mandato de su partido y por invitación personal de Obiang, y tiene como objetivo asesorar al Gobierno de Malabo sobre la transición política. La reciente convocatoria por parte del régimen de Obiang de elecciones municipales para el próximo 17 de septiembre es seguida con atención desde España, tanto desde el Gobierno como desde el PP. Javier Rupérez, portavoz de relaciones exteriores del PP, subrayó ayer que el viaje de Martín Villa había obtenido la luz verde del principal partido de la oposición española y estima que la visita puede servir para favorecer un acercamiento a Obiang.

Tanto Rupérez como el PP han mantenido en relación a Guinea una actitud sumamente crítica, y siempre han antepuesto la adopción de claras medidas democratizadoras por parte de Malabo a la apertura del diálogo. Martín Villa, por contra, pertenece a un sector del PP más pragmático. En Exteriores confían en que, si el PP llega al poder, prime esta segunda línea.

Fuentes diplomáticas españolas insisten en que la visita de Martín Villa no es, en forma alguna, la de "un mediador" del Gobierno, y que la de Moratinos y Pérez Gómez no pretende "negociar nada", ni existe "ninguna garantía" de que el régimen de Obiang vaya a liberar a Moto. El clima, sin embargo, puede definirse como de expectativa favorable a que el presidente ecuatoguineano vaya a tomar tal decisión de forma inmediata, incluso de que sólo está esperando al miércoles para hacerlo, como señalan dirigentes de la oposición en el exilio. El presidente francés, Jacques Chirac, se lo pidió hace unos días en la capital de Gabón, Libreville, a instancias del Gobierno español, y, según el diario Le Monde, Obiang le prometió liberar al líder opositor, aunque sin indicar la fecha exacta.

. En medios de Exteriores se señala que los dos diplomáticos tratarán también de la situación que se creará tras la liberación de Moto, una medida que "descrisparía el clima político, llenaría el bache abierto en las relaciones bilaterales y abriría perspectivas nuevas a éstas para entrar en un periodo de normalización", pero se destaca que no se negociará "un paquete concreto" de contrapartidas españolas en pago a la liberación del encarcelado líder opositor.

Un líder deprimido en 'playa negra'

La cárcel de Black Beach evoca en su nombre (playa negra) la siniestra fama a que se ha hecho acreedora. No en vano ha sido mazmorra de opositores al dictador Francisco Macías y a su sobrino, Teodoro Obiang, que le derrocó el 3 de agosto de 1979 en el bautizado como golpe de libertad. Black Beach ha sido, desde el pasado 24 de abril, residencia de Severo Moto y los 11 civiles y militares que fueron condenados junto a él.La cárcel forma parte del complejo residencial del presidente Teodoro Obiang en Malabo. Los pabellones de la prisión dan directamente al mar. De ahí que cuando las mareas son especialmente vivas, lo cual ocurre unas tres o cuatro veces al año, las celdas se inunden y se conviertan en un aposento digno del conde de Montecristo.

Fuentes de la oposición que reciben periódicamente noticias de Malabo confirmaron ayer que Moto se encuentra bien de salud y no ha sufrido torturas, aunque no consigue salir de una depresión que le persigue casi desde que ingresó en prisión. Las secuelas de las fiebres palúdicas que cogió en la cárcel no han contribuido a mejorar su estado anímico.

El relator para los derechos humanos de la ONU, Alejandro Artucio, que visitó Guinea el pasado mes de mayo, pudo entrevistarse con Moto y sus compañeros. de presidio. "A Moto le encontré muy bien, aunque, como es lógico, en condiciones materiales extremadamente precarias". Artucio, que pidió a Obiang que "ejerciera sus prerrogativas de clemencia" y dejara en libertad a Moto y a sus compañeros, precisó que los presos no habían sufrido malos tratos. "Creo que las cosas han mejorado

precisó Artucio, que dijo haber encontrado en Guinea "una situación menos crispada de lo que muestra la prensa española". Una prensa que se encuentra siempre con la cerrazón total por parte de la Embajada en Madrid para conseguir un visado para visitar Guinea.

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