Sergi Belbel estrena su primer Goldoni en el festival Grec de Barcelona

La nueva edición del Grec, el festival de verano de la ciudad de Barcelona, tiene hoy otra cita teatral importante: el estreno de L'hostalera, el montaje que el joven autor y director catalán Sergi Belbel ha realizado de La locandiera (La posadera), de Carlo Goldoni. Es la primera vez que Belbel, que en noviembre pasado estrenó su primer Shakespeare -El mercader de Venécia- con gran éxito de público y crítica, afronta una obra de Goldoni. "Me gusta de esta pieza que es rabiosamente contemporánea", afirma el director. A juicio de Belbel, esa contemporaneidad radica especial...

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La nueva edición del Grec, el festival de verano de la ciudad de Barcelona, tiene hoy otra cita teatral importante: el estreno de L'hostalera, el montaje que el joven autor y director catalán Sergi Belbel ha realizado de La locandiera (La posadera), de Carlo Goldoni. Es la primera vez que Belbel, que en noviembre pasado estrenó su primer Shakespeare -El mercader de Venécia- con gran éxito de público y crítica, afronta una obra de Goldoni. "Me gusta de esta pieza que es rabiosamente contemporánea", afirma el director. A juicio de Belbel, esa contemporaneidad radica especialmente "en el conflicto entre razón y pasión" que sacude a la protagonista, Mirandolina, la hostelera. Los principales papeles del espectáculo los interpretan dos actores muy populares en Cataluña: Laura Conejero y Jordi Boixaderes.En L'hostalera, Mirandolina regenta una posada en Florencia y es asediada por dos nobles, el conde de Albafiorita, burgués que ha comprado su título, y el marqués de Forlimpopoli, de rancia familia pero arruinado. También pretende a la hostalera un criado de la casa, Fabrizio. La llegada a la posada de un cuarto hombre, el caballero de Ripafratta, da una vuelta de tuerca a la situación: éste es un individuo misógino que trata con indiferencia a Mirandolina, quien, tocada en su orgullo, decide conquistarlo. Sin embargo, cuando lo consigue, huye de él inexplicablemente.

La razón de la hostelera

Belbel opina que la obra va más allá de la simple comedia. "Si hurgamos en las líneas de diálogo y en el corazón de los personajes, nos damos cuenta de que el juego que propone Goldoni no tiene nada de inocente, de frívolo y, en el fondo, de divertido", dice. Mirandolina "se propone vengar a las mujeres por siglos de dominio de los hombres, pero, una vez metida en el lío, se muestra débil, se echa atrás, no está dispuesta a renunciar a su pequeño mundo burgués, a su hostal. En ella se establece una lucha entre la pasión amorosa, destructiva, y la razón. Y opta por no seguir los impulsos del corazón. Hace lo que, en el fondo, hacemos todos".A Belbel le ha interesado sobre todo esa elección realista de Mirandolina, pero también destaca el propio mecanismo teatral de la obra y la contundencia y frescura de los diálogos y los personajes. No hay que olvidar tampoco, señala, que L'hostalera se estrenó en 1753, y que, aunque aún faltaban 30 años para la Revolución Francesa, Goldoni ya estaba viendo el mundo y la gente que vendrían.

Sergi Belbel es consciente de que en Cataluña el listón Goldoni está alto después de Un dels últims vespres de carnaval que montó Lluís Pasqual con el Lliure en 1985. "Pero nuestro Goldoni no va por el mismo camino estético, sino al contrario: lo hacemos sin vestuario ni escenografía de época, con trajes de calle y un mobiliario mínimo. Sólo con el texto y los actores, nada más".

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