La viceministra de Exteriores cubana dice que su país acepta hablar de derechos humanos

Isabel Allende, viceministra de Asuntos Exteriores cubana, tiene la esperanza de que se acabe lo que llama "el reglamento" de su país por Europa. Para superar esa marginación mediante un acuerdo de cooperación entre Cuba y la Unión Europea (UE), asegura que su Gobierno está dispuesto a dialogar sobre "cualquier tema con Bruselas, incluidos los derechos humanos". De regreso de una gira por Sofía, Budapest y Bonn, Allende hizo una escala en Madrid antes de regresar ayer a La Habana.

La semana pasada, la Comisión Europea pidió al Consejo de Ministros de la UE la luz verde para poder...

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Isabel Allende, viceministra de Asuntos Exteriores cubana, tiene la esperanza de que se acabe lo que llama "el reglamento" de su país por Europa. Para superar esa marginación mediante un acuerdo de cooperación entre Cuba y la Unión Europea (UE), asegura que su Gobierno está dispuesto a dialogar sobre "cualquier tema con Bruselas, incluidos los derechos humanos". De regreso de una gira por Sofía, Budapest y Bonn, Allende hizo una escala en Madrid antes de regresar ayer a La Habana.

La semana pasada, la Comisión Europea pidió al Consejo de Ministros de la UE la luz verde para poder entablar conversaciones exploratorias con La Habana con vistas a negociar más tarde un acuerdo de cooperación. Cuba es el único país latinoamericano que no ha concluido tal acuerdo Con Bruselas. El órgano ejecutivo de la Unión recibirá probablemente el 17 de julio el visto bueno de los ministros de Exteriores comunitarios.En opinión del presidente del Gobierno español, Felipe González, que. preside este semestre la UE, y del vicepresidente de la Comisión, Manuel Marín, la oferta comunitaria debe ser correspondida por el régimen de Fidel Castro con una profundización de las reformas económicas de corte liberal iniciadas en julio de 1993 y una ampliación de las libertades individuales.

La propuesta de Bruselas, si se concreta, "responde a un objetivo y a una aspiración legítima de Cuba", asegura Allende. "Las autoridades cubanas están dispuestas a conversar con los europeos sobre cualquier tema, incluido los derechos humanos, siempre que se haga desde el mutuo respeto", añade.

En cuanto a las reformas económicas, la viceministra recuerda que además de reestructurar el aparato del Estado se va a conceder "una mayor autonomía a las empresas públicas para que sean competitivas", pero sin llegar a privatizarlas. "Se va a modificar este año la ley de inversión extranjera para facilitar la creación de empresas" en la isla. Por último, prosigue, el trabajo por cuenta propia "se está" ampliando a los profesionales siempre y cuando no ejerzan su profesión en el sector privado, sino en otro distinto".

El proyecto de Marín se inspira en gran medida en el acuerdo que la UE concluyó en mayo con Vietnam, pero que empezó a negociar cuando Washington ni siquiera había establecido relaciones diplomáticas con Hanoi.' A cambio del acuerdo, el régimen de Hanoi aceptó que un banco público regional asiático tutelase el ajuste económico en Vietnam y excarceló a los presos políticos.

Allende no se niega a nada "Ninguna. experiencia es trasladable tal cual, pero estamos abiertos a incorporar aspectos positivos", afirma. "Nosotros hemos hecho ya un gran ajuste -el déficit presupuestario pasó, de 5.000 millones de pesos en 1993 a 1.000 este año- y lo hemos hecho a pelo, es decir, sin financiación exterior".

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"Antes de contestar sobre la supervisión del banco nos gustaría saber, por ejemplo, qué líneas de crédito. nos podría otorgar", declara. "Qué duda cabe de que cooperación y financiación exterior nos harían la vida más fácil", recalca. "Tendrían una influencia positiva sobre el proceso de reformas, lo agilizarían".

Sobre la liberación de presos políticos, la viceministra es más cauta. Las embajadas europeas en La Habana calculan que son entre 300 y 500, pero ella se pregunta si "de verdad son presos de conciencia". "En España se está revisando el Código Penal y en Cuba deberíamos plantearnos, acaso, la, posibilidad de hacer lo mismo", agrega sin llegar a precisar que se podrían suprimir los delitos de índole político.

Elogia a continuación, "la voluntad de la presidencia española de la Unión Europea" de poner en marcha el diálogo con Cuba, pero también sospecha que algún que otro Estado comunitario podría poner trabas". "Es difícil de entender por qué todos y cada uno de ellos han estrechado su. relación con La Habana estos últimos años". Teme además que a Estados Unidos no le seduzca la iniciativa europea porque "va en dirección opuesta a lo que ellos hacen".

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