ANESTESIOLOGÍA FARMACOLOGÍA

Los expertos en dolor proponen la autoadministración de morfina

Durante mucho tiempo la leyenda negra que arrastraba la morfina impidió que se usara para aliviar el dolor de los moribundos; tras la lucha tenaz librada por parte de algunos médicos, ésa traba se levantó y hoy, la prescripción de morfina a los enfermos terminales es una realidad en Europa. Ahora los especialistas europeos en el dolor quieren remover los últimos repáros, consagrando a la morfina como un fármaco igual que los demás, hacer habitual su aplicación fuera de las situaciones de agonía, indicado para tratar el dolor poso peratorio o patologías como -la disnea o el sida.El fantasma de ...

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Durante mucho tiempo la leyenda negra que arrastraba la morfina impidió que se usara para aliviar el dolor de los moribundos; tras la lucha tenaz librada por parte de algunos médicos, ésa traba se levantó y hoy, la prescripción de morfina a los enfermos terminales es una realidad en Europa. Ahora los especialistas europeos en el dolor quieren remover los últimos repáros, consagrando a la morfina como un fármaco igual que los demás, hacer habitual su aplicación fuera de las situaciones de agonía, indicado para tratar el dolor poso peratorio o patologías como -la disnea o el sida.El fantasma de la adicción es el principal obstáculo que pretenden aventar los asistentes al coloquio Para una política europea del dolor, organiza do por la Fondation pour la Recherche Médicale de París, entre los que, se encontraban los presidentes de las Sociedades del Dolor de Francia, España, Italia y Bélgica. El des mentido de los especialista! ha sido unánime: "El consumo prolongado de, morfina no causa adicción".

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¿Qué pasa entonces con los casos de morfinómanos que registra historia de la toxicología? ¿Depende la adicción de la magnitud de la dosis? No, replica el doctor Jacques Wrobel, director del Institut UPSA de la Doleur: "Una persona puede tomar 2.0 miligramos diarios de morfina y otra 200 miligramos durante m uchos meses y ninguna desarrollar adicción". Sólo en caso de do sis muy elevadas del opiáceo, exageradas, podría admitirse la posibilidad de dependencia. fisiológica", matizan otros investigadores.

El tabú

Por eso los riesgos de su consumo son minimizados frente a los beneficios de un analgésico considerado óptimo para diversos tipos de sufrimientos -además de los de cáncer-, como el dolor cronico que afecta al 10% de los europeos. "Hay pacientes no terminales que se benefician con morfina, indicada para tratar la disnea en enfermos respiratorios crónicos, la diarrea en el sida y el dolor geriátrico", indica Xavier Gómez Batiste, coordinador de la OMS para Cuidados Paliativos en Hispanoamérica. El otro paso hacia la normalización del consumo, de morfina apunta hacia su autoadministración, concepto denominado Control de -la Analgesia, por el Paciente, que se aplica con la colocación en el. domicilio del enfermo de una bomba conectada a un catéter que el usuario acciona para recibir su dosis por vía intravenosa, obteniendo la morfina necesaria sin auxilio de personal médico. El inconveniente de esta técnica es el alto coste, de la bomba..

Descartada la adicción" las desventajas de la morfina pasan por sus efectos adversos: el estreñimiento y la sequedad en la boca. Pero el problema de fondo con el que chocan los expertos en el dolor es el tabú que persiste en los facultativos respecto al, opiáceo. Una meta de las Sociedades del Dolor reunidas en París es que sea el médico de Atención Primaria quien prescriba morfina, descargando de esa tarea a las Unidades del Dolor, que deberían centrarse en casos refractarios. "En España cualquier generalista puede prescribir la cantidad de morfina que quiera. Pero ha que formarlos para y que aprendan a prescribirla", observa Enrique Reig, presidente de la Sociedad Española del Dolor.

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