'El Ajedrecista' más buscado del mundo

Gilberto Rodríguez Orejuela, de 56 años, conocido con el sobrenombre de El Ajedrecista, es uno de los capos colombianos del narcotráfico más buscados en todo el mundo. Baste un dato: al frente del cartel de Cali, Rodríguez Orejuela controlaba en torno al 80% del tráfico mundial de cocaína.Considerado sin ningún género de dudas como el hombre fuerte del cartel de Cali, Gilberto Rodríguez Orejuela tuvo que huir de Colombia al verse implicado en el asesinato del ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, ocurrido en abril de 1984.

El 15 de noviembre de e...

Gilberto Rodríguez Orejuela, de 56 años, conocido con el sobrenombre de El Ajedrecista, es uno de los capos colombianos del narcotráfico más buscados en todo el mundo. Baste un dato: al frente del cartel de Cali, Rodríguez Orejuela controlaba en torno al 80% del tráfico mundial de cocaína.Considerado sin ningún género de dudas como el hombre fuerte del cartel de Cali, Gilberto Rodríguez Orejuela tuvo que huir de Colombia al verse implicado en el asesinato del ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, ocurrido en abril de 1984.

El 15 de noviembre de ese año fue detenido en España junto a Jorge Luis Ochoa, uno de los cabecillas del cartel de Medellín. A continuación, fue entregado a las autoridades colombianas tras haber eludido la extradicción a Estados Unidos, y fue juzgado en Cali por delitos de narcotráfico, pero los documentos probatorios enviados por la DEA (polícia antidroga norteamericana) desde EE UU no llegaron a tiempo y fue puesto en libertad.

Su nombre volvió de nuevo al primer plano de la actualidad cuando hace dos semanas el periódico El Tiempo publicaba el llamado diario secreto de Alberto Giraldo, considerado como un importante relaciones públicas de la cúpula del cartel.

Giraldo aseguraba que, en 1978, Rodríguez Orejuela había financiado la campaña electoral de Belisario Betancur tras un encuentro. con el que fuera presidente de Colombia. El pasado lunes, las autoridades de Estados Unidos desarticulaban una red de apoyo legal al cartel de Cali en Miami, en la que estaban implicados varios funcionarios de la Justicia norteamericana, mientras el Gobierno de Bogotá iniciaba un amplio despliegue policial en la ciudad de Cali.