De vuelta a casa sin operar, tras 17 meses de espera

María Ángeles Álvarez Abella, de 52 años, muestra su más profunda resignación cuando habla de la operación prometida hace un año y medio, que acabará con su "eterno dolor" en la pierna derecha. Esta mujer, acostumbrada a los sinsabores de una vida dedicada al campo, atiende a diario tres vacas de leche y una huerta de media hectárea (5.000 metros cuadrados) en el pueblo minero de Fabero (León), algo que considera una "minucia" a tenor de trabajos anteriores. María Ángeles estaba ingresada en el Hospital Comarcal del Bierzo, de Ponferrada, 48 horas antes de iniciarse la huelga.Tras 17 meses en ...

María Ángeles Álvarez Abella, de 52 años, muestra su más profunda resignación cuando habla de la operación prometida hace un año y medio, que acabará con su "eterno dolor" en la pierna derecha. Esta mujer, acostumbrada a los sinsabores de una vida dedicada al campo, atiende a diario tres vacas de leche y una huerta de media hectárea (5.000 metros cuadrados) en el pueblo minero de Fabero (León), algo que considera una "minucia" a tenor de trabajos anteriores. María Ángeles estaba ingresada en el Hospital Comarcal del Bierzo, de Ponferrada, 48 horas antes de iniciarse la huelga.Tras 17 meses en la lista de espera, por fin iba a ser operada del tobillo derecho el pasado día 8. Pero María Ángeles tuvo que regresar a su domicilio, a 33 kilómetros de distancia del hospital, tal y como había llegado dos días antes. El paro de los médicos impidió la intervención. "La verdad es que siempre da miedo entrar en un quirófano, así que el mal trago queda ara otro día rnejor". María Ángeles no sabe que iba a ser operada de artrodesis (fijación de la articulación del tobillo) y que su hospitalización durará unos 12 días.

No hace reproches a los médicos porque desconoce sus reivindicaciones, pero dice con cierta amargura: "Me parece algo mucho lo que piden, porque un minero ya ve usted a dónde baja y lo que le dan".