El Gobierno mexicano suspende el diálogo en Chiapas por motivos de seguridad

,

La reanudación del diálogo por la paz en Chiapas se encuentra en un atolladero. El Gobierno mexicano, consciente de la debilidad de la guerrilla chiapaneca, acorralada en la selva Lacandona desde hace más de dos meses, decidió ayer no comenzar la negociación con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) mientras no se cumplan "cabalmente" los compromisos de seguridad acordados previamente con los rebeldes.

Los negociadores de la Secretaría (Ministerio de Gobernación) exigieron a través de un comunicado que "se retiren los contingentes acarreados desde comunidades ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

,

La reanudación del diálogo por la paz en Chiapas se encuentra en un atolladero. El Gobierno mexicano, consciente de la debilidad de la guerrilla chiapaneca, acorralada en la selva Lacandona desde hace más de dos meses, decidió ayer no comenzar la negociación con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) mientras no se cumplan "cabalmente" los compromisos de seguridad acordados previamente con los rebeldes.

Los negociadores de la Secretaría (Ministerio de Gobernación) exigieron a través de un comunicado que "se retiren los contingentes acarreados desde comunidades distintas al municipio de San Andrés", localidad donde el pasado jueves estaba previsto el inicio del diálogo.

Miles de indígenas simpatizantes del EZLN, procedentes de los pueblos del sureño Estado llegaron en la noche del miércoles a San Andrés para recibir con "vivas" a los delegados zapatistas. El Ejecutivo, temeroso de que una masiva presencia indígena pudiera convertir las negociaciones en un espectáculo del que los zapatistas obtuvieran jugosos beneficios propagandísticos, se mostró dispuesto a no ceder un ápice. Es la guerrilla la que hasta ahora se ha visto obligada a ceder sobre un punto que aseguraba innegociable: la retirada del Ejército de la zona de conflicto antes de comenzar el diálogo.

Lo convenido entre las partes beligerantes establecía cuatro cinturones de seguridad en tomo a la casa prefabricada donde estaba previsto negociar. El primero de la Cruz Roja Mexicana, tras ellos un cordón de los nativos de San Andrés, el tercero de las organizaciones no gubernamentales y el cuarto de la Policía Militar. Todos ellos desarmados.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En