Crítica:CINE: 'UN MUCHACHO LLAMADO NORTE'

Narración infantil

Interesado por la literatura infantil desde que dirige Cuenta conmigo (1986), sobre el relato autobiográfico de Stephen King, y La princesa prometida (1988), sobre la novela de William Goldman, el realizador Rob Reiner vuelve por tercera vez a hacer una película directamente pensada y realizada para los niños.En esta ocasión, el punto de partida es un libro infantil de Alan Zweibel, que también es el guionista y el coproductor, pero a pesar de la mayor experiencia de Rob Reiner, tanto en cine en general como en cine para niños en particular, y de contar como protagonista con la r...

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Interesado por la literatura infantil desde que dirige Cuenta conmigo (1986), sobre el relato autobiográfico de Stephen King, y La princesa prometida (1988), sobre la novela de William Goldman, el realizador Rob Reiner vuelve por tercera vez a hacer una película directamente pensada y realizada para los niños.En esta ocasión, el punto de partida es un libro infantil de Alan Zweibel, que también es el guionista y el coproductor, pero a pesar de la mayor experiencia de Rob Reiner, tanto en cine en general como en cine para niños en particular, y de contar como protagonista con la reputada estrella infantil Elijah Wood, los resultados son bastante inferiores a sus otras películas del mismo género.

Un muchacho llamado Norte

North. Director: Rob Reiner. Guionistas: Alan Zweibel y Andrew Scheinman. Fotografía: Adam Greenberg. Música: Marc Shairnan. Intérpretes:.Elijah Wood, Bruce Willis, Jon Lovitz, Jason Alexander, Alan Arkin, Dan Aykroyd. Estreno en Madrid: Rialto, Paz, Aluche.

Un muchacho llamado Norte narra cómo el niño del mismo nombre, cansado de que sus padres no le hagan el caso que cree merecer, consigue que un juez le autorice a cambiar de progenitores. Y se lanza al mundo a probar nuevos padres tejanos, hawaianos, esquimales, franceses, neoyorquinos, etcétera, para al final llegar a la conclusión de que no hay nada como los propios padres.

A pesar de su tradicional estructura de cuento, de lo movido de su historia, de alguna idea realmente divertida, como que el problema de los padres franceses es que están todo el día viendo en las diferentes cadenas de televisión viejas películas de Jerry Lewis, y de que Bruce Willis encarne a una muy particular hada, madrina, el principal fallo de Un muchacho llamado Norte es lo fácil y previsible de su machacón mensaje.

Por lo que lo mejor es la parte en que el resto de los niños se alía con un malvado e impecable cabecilla infantil para, aprovechando la oportunidad, el precedente marcado por la sentencia judicial, conseguir dominar todavía más a sus padres. Sin embargo, esta parte está mucho menos desarrollada, de manera que el resultado no deja de ser una imaginativa, pero convencional, narración infantil.

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