Aprobada la iniciativa de diálogo para Chiapas

Representantes del Gobierno y del Congreso mexicano aprobaron en la noche del martes la iniciativa de ley que abrirá la puerta a la negociación con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la guerrilla alzada en armas en el Estado de Chiapas en enero de 1994.El documento tiene un nombre largo, Iniciativa de ley para el diálogo, la conciliación y la paz digna en Chiapas, y prevé, entre otros puntos, la suspensión de las órdenes de detención emitidas contra los dirigentes zapatistas. La ley de amnistía que beneficiará a los miembros del EZLN actualmente encarcela...

Representantes del Gobierno y del Congreso mexicano aprobaron en la noche del martes la iniciativa de ley que abrirá la puerta a la negociación con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la guerrilla alzada en armas en el Estado de Chiapas en enero de 1994.El documento tiene un nombre largo, Iniciativa de ley para el diálogo, la conciliación y la paz digna en Chiapas, y prevé, entre otros puntos, la suspensión de las órdenes de detención emitidas contra los dirigentes zapatistas. La ley de amnistía que beneficiará a los miembros del EZLN actualmente encarcelados será el siguiente paso, cuando el diálogo haya comenzado.

Una vez que el presidente Ernesto Zedillo estampe su firma (lo que estaba previsto ayer), el texto irá al Congreso para su ratificación, casi un mero formalismo. A pesar de los vericuetos, los mecanismos se han movido rápido en esta ocasión: tan sólo han pasado 10 días desde que Zedillo, manejando magistralmente el palo y la zanahoria, ofreció al EZLN una negociación con amnistía después de tener, a la guerrilla bajo control en el interior de la selva. Lacandona y desmantelar sus principales bastiones.

Para facilitar la negociación, la ley suspenderá las órdenes de detención contra Rafael Guillén, acusado de ser el subcomandante Marcos, y otros dirigentes del EZLN por "plazos prorrogables". El primero será de 30 días. Además, y frente a lo que en un principio se dijo, la guerrilla no tendrá que entregar sus armas. El desarme, tal y como ha sucedido en los procesos de pacificación centroamericanos, de los que México ha sido maestro de ceremonias, se producirá una vez firmada la paz.

En saco roto

A cambio, otra de las reclamaciones de la guerrilla cae en saco roto: el Gobierno no creará zonas francas para el diálogo, ya que eso implicaría la retirada del Ejército de las posiciones que ha ido tomando desde el pasado día 9 de febrero: 152 poblaciones que le han puesto la selva bajo su control.

Los encuentros se celebrarán en territorio mexicano: las partes decidirán dónde. Serán, desde luego, menos brillantes que las conversaciones mantenidas en enero del año pasado en la catedral de San Cristóbal de las Casas, que se convirtieron en un auténtico alarde de escenografía, luz y sonido por parte de la guerrilla.

Queda ahora por conocer la respuesta del EZLN, informado de todo el proceso a través de la Comisión Nacional de Intermediación. En sus últimos comunicados, la guerrilla acusaba a Zedillo de no tener una auténtica voluntad de diálogo.