EE UU fuerza a México a subir el precio oficial del dinero hasta el 50% para controlar la inflación

México, cedió ayer a una de las exigencias Estados Unidos para hacer efectiva la ayuda de 20.000 millones de dólares prometida por el presidente Bill Clinton hace a 20 días, y cuyo retraso provocó la semana pasada un virulento rebrote de la crisis mexicana. El Banco de México elevó el precio oficial del dinero hasta un exorbitante 50% -desde el 40% establecido la semana anterior-, lo que ayudará a sostener al peso y frenar la inflación, pero castigará con severidad a la industria local y a la población en general. El anuncio se produce cuando el secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, lleva y...

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México, cedió ayer a una de las exigencias Estados Unidos para hacer efectiva la ayuda de 20.000 millones de dólares prometida por el presidente Bill Clinton hace a 20 días, y cuyo retraso provocó la semana pasada un virulento rebrote de la crisis mexicana. El Banco de México elevó el precio oficial del dinero hasta un exorbitante 50% -desde el 40% establecido la semana anterior-, lo que ayudará a sostener al peso y frenar la inflación, pero castigará con severidad a la industria local y a la población en general. El anuncio se produce cuando el secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, lleva ya cinco días instalado en Washington, tratando de que la Casa Blanca abra la espita de los dólares.

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La prolongada estancia de Ortiz en la capital estadounidense da idea de la dureza de las negociaciones que sostiene con el secretario del Tesoro estadounidense, Robert Rubin. Estados Unidos, consciente de que sin su ayuda México está al borde del colapso, trata de forzar al máximo a su vecino del sur. El primer logro de Rubin (la subida de tasas de ayer) supone, de entrada, una menor competencia de los productos mexicanos en Estados Unidos, puesto que el peso se apreciará un poco frente al dólar. También ayuda rá a atraer capital extranjero para los títulos del Estado, con lo que el plan de rescate interna cional de 50.000 millones de dólares en total tiene mayores visos de funcionar. La divisa mexicana, siguiendo esta lógica, se apreció ayer un 2,8% y cerró a 5,59 pesos por dólar.

Temor inflacionista

Washington exige esta fuerte restricción monetaria porque teme que Ernesto Zedillo, bajo una creciente presión política, tenga la tentación de emitir más dinero o reducir los tipos de interés antes de las próximas elecciones de gobernadores de Estado. Esta política dispararía aún más la inflación, que ya se espera que este año alcance cerca del 30% de tasa anual. Mantener los tipos en el 50% puede sin embargo agudizar la rece sión y provocar malestar social. La industria local verá para lizado cualquier intento de inversión y modernización; los mexicanos, cuyas tarjetas de crédito y préstamos hipoteca rios actualizan los tipos de interés de forma inmediata, sufrirán incrementos en sus deudas, y las listas de morosos de la banca, hoy ya bastante abultadas, se dispararán. La Bolsa lo entendió así y cayó ayer un 3,73%.

Las consecuencias económicas, con ser duras, no son las únicas. El Banco de México, blanco de ataques en los últimos días por la falta de independencia que ha mostrado a lo largo de toda la crisis financiera mexicana, sufre una nueva erosión con la medida de ayer.

Antes de quóe las autoridades financieras lo anunciasen oficialmente, el diario estadounidense The New York Times publicó ayer que la subida de tasas hasta el 501/o era parte del plan que la Casa Blanca exigía a México para hacer efectiva su ayuda. Fuentes de los organismos financieros internacionales que han completadóo el paquete de ayuda confirmaron a EL PAÍS que, junto con la Administración Clinton, ya barajaban esta exigencia desde hace dos semanas.

El hecho de que las autoridades monetarias mexicanas, y en última instancia, el Gobierno, acaben anunciando las medidas que tanto la Casa Blanca como el Fondo Monetario Internacional (FMI) estudiaban con antelación para M2/3xico pone en evidencia la extrema debilidad del presidente Ernesto Zedillo.

La de ayer es la primera de una serie de concesiones a EE UU difíciles de tragar para México. Pero aún quedan más. Un comunicado de Petróleos Mexicanos (Pemex) aseguraba ayer que el Banco de México "podrá disponer con toda libertad y sin restricción de ninguna naturaleza de los fondos que se. hubieran obtenido por sus exportaciones petroleras". La nota da visos de realidad a los rumores de que otra exigencia de la Casa Blanca, el control efectivo de las exportaciones de crudo mexicano, está a punto de ser aceptada por el Gobierno mexicano.

La decisión de Clinton de prescindir del visto bueno de las dos Cámaras para conceder la ayuda a México y de usar para ello el dinero del Fondo de Estabilización Cambiaria, que se destina a la defensa del dólar en casos de crisis cambiaria, ha provocado fuertes críticas en Estados Unidos.

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