Crítica:CANCIÓN

La rosa de los vientos

Víctor y Ana han sido el acontecimiento musical de la temporada, sin lugar a dudas. Llevan vendidas 340.000 copias de Mucho más que dos, el doble álbum grabado en directo en Gijón a primeros de año. Durante el verano-otoño han realizado una gira clamorosa. Más de 500.000 personas les han visto en directo. Anoche, en Madrid, más que un concierto aquello tenía aromas de apoteosis. Se agotaron las entradas. Pero el clamor obligó a repetir hoy el evento. También se ha vendido ya todo el papel.El espectáculo comenzó -cosa inaudita- a la hora anunciada. Desde el primer momento, el Palacio de ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Víctor y Ana han sido el acontecimiento musical de la temporada, sin lugar a dudas. Llevan vendidas 340.000 copias de Mucho más que dos, el doble álbum grabado en directo en Gijón a primeros de año. Durante el verano-otoño han realizado una gira clamorosa. Más de 500.000 personas les han visto en directo. Anoche, en Madrid, más que un concierto aquello tenía aromas de apoteosis. Se agotaron las entradas. Pero el clamor obligó a repetir hoy el evento. También se ha vendido ya todo el papel.El espectáculo comenzó -cosa inaudita- a la hora anunciada. Desde el primer momento, el Palacio de los Deportes se convirtió en fervor. Cuando sonaron los primeros acordes de Contamíname, la masa vibrante comenzó a bramar, a saltar, a dar alaridos de saludo y de alegría. El recinto estaba hasta los topes de personalidades de la cultura y la política. Pero quien aclamaba era la multitud de a pie, el pueblo soberano, destacando la juventud, incluso la adolescencia.

Víctor Manuel,y Ana Belén Músicos: Andreas Prittwitz (saxo), José Luis Medrano (trompeta), Tito Duarte (percusión), Antonio Calero (batería), Qsvi Greco (guitarras), Javier Saiz, Mariano Díaz y Luis Fernández (teclados)

Aforo: lleno. Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. 5 de diciembre.

Se puede decir que, a estas alturas, Víctor y Ana son un auténtico fenómeno de masas. Los mismos ejecutivos de su empresa discográfica están atónitos, perplejos. Víctor Manuel y Ana Belén no han perdido el norte, ni el sur, ni el este, ni el oeste. Controlan la rosa de los vientos.

El norte son las canciones. Han sabido ser fieles a sus esencias proponiendo canciones que llegan al corazón y a la cabeza. Dan rienda suelta a la solidaridad, a la alegría y a la melancolía. El público se las sabe de memoría, las corea y las goza. Están en ellas todos los ritmos, todas las influencias: balada, swing, África, el Caribe, Asturias, Canarias, Brasil, el rock and roll.

El sur es el montaje. Daba la impresión de ser un espectáculo de Hollywood, con ritmo, efectos especiales brillantes, un movimiento escénico perfectamente trabajado, un sonido magnífico (a pesar de las dificultades del local) y unas luces muy efectistas. El este son los músicos de quienes se rodean. Todos ellos primeras figuras. Y el oeste es el ambiente, la conexión entre el escenario y la multitud.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En