Experimento en Mejorada

Los niños de hoy no saben leer bien, porque no se les ha enseñado el ejercicio físico de la lectura. Esto les dificulta la comprensión y el estudio, disminuye su rendimiento y repercute en el fracaso escolar. Esta es la tesis de un grupo de ópticos-optometristas que, apoyado por la Concejalía de Salud de Mejorada del Campo (15.000 habitantes) y el Colegio de ópticos Optometristas de Madrid, ha iniciado un estudio con los alumnos de sexto curso (11 y 12 años) del colegio público Jarama de esta localidad.La teoría que sostienen ha sido comprobada en casos particulares de sus consultas, pero quie...

Los niños de hoy no saben leer bien, porque no se les ha enseñado el ejercicio físico de la lectura. Esto les dificulta la comprensión y el estudio, disminuye su rendimiento y repercute en el fracaso escolar. Esta es la tesis de un grupo de ópticos-optometristas que, apoyado por la Concejalía de Salud de Mejorada del Campo (15.000 habitantes) y el Colegio de ópticos Optometristas de Madrid, ha iniciado un estudio con los alumnos de sexto curso (11 y 12 años) del colegio público Jarama de esta localidad.La teoría que sostienen ha sido comprobada en casos particulares de sus consultas, pero quieren demostrarla con la práctica en un grupo, experiencia que, según sus indagaciones, se va a hacer por primera vez en el mundo. El estudio se desarrollará en dos clases de sexto divididas en cuatro grupos e incluye cambios en el mobiliario y mediciones y entrenamientos visuales.

Dado que el 80% de la información que recibimos nos llega a través de los ojos, es "importante que el entorno no nos sea hostil", afirma Marcos Navarro, uno de los coordinadores del proyecto.La distribución del mobiliario de la clase, el color de las paredes, el tipo de mesas, la situación de la pizarra o la calidad de la luz son factores que influyen en la visión de los alumnos. Si el sol se refleja en la cara del profesor, es difícil que el alumno le pueda ver bien. Si las mesas se encuentran pegadas a la pared, el ángulo de su visión se forzará oblicuamente para mirar al encerado.

Los alumnos de una clase de sexto curso ya han notado los cambios. Los tableros de las 30 mesas de la clase han cambiado su plano horizontal por uno inclinado. Se ha vuelto a los pupitres antiguos. "No entendemos por qué se sustituyeron, pero fue un error", afirma Ignacio Vallejo, otro de los coordinadores.

La luz se distribuirá en toda la clase con una intensidad igual y los colores de las paredes se respetarán, pues los tonos pastel actuales son los más convenientes.

Durante cuatro meses, Marcos Navarro e Ignacio Vallejo, junto a Francisco Barra y Andrés Martínez, también ópticos optometristas, y Pilar Sicilia, la ayudante, van a hacer mediciones de la visión de estos alumnos.

Los primeros controles han sido muy bien recibidos por los chicos. Son pruebas que permiten analizar los movimientos que efectúan los niños en la lectura, su acomodación del cristalino y la capacidad para saber usar los dos ojos igual. Los síntomas de que la lectura no se hace de forma correcta enseguida. se reflejan. "A la hora de leer, se saltan, líneas y es escasa la comprensión", afirma Pilar. "Cuando leen, lo hacen a saltos y van moviendo la cabeza, haciendo un esfuerzo inútil", comenta Ignacio.

Paralelamente a las mediciones, se les hará un entrenamiento visual. "Enseñaremos a los niños diversas técnicas para que tengan conciencia de que la visión es la superposición de lo que vemos con los dos ojos, por eso hay que tratarlos igual", explica Marcos.

De las dos clases de sexto curso, sólo en una se han hecho los cambios de mobiliario. En ésta, la mitad de los alumnos, 15 niños, tendrán un entrenamiento visual y el resto no.

En la otra clase no se ha hecho ningún cambio en el entorno y aquí también sólo 15 niños recibirán entrenamiento visual. Los primeros datos concretos sobre los cuatro grupos se obtendrán en el mes de marzo.