Pasaje a la India

Tras bajar al moro y relacionarse en Tánger con el escritor Paul Bowles, del que por cierto cuentan tiene una fantástica colección de grabaciones de música magrebí, los alemanes viajeros de Dissidenten han vuelto a sus orígenes: la India.Iniciaron su actuación en Madrid con los sonidos pregrabados de una céntrica calle de Bombay: el ruido de un tráfico infernal mezclándose con cantos milenarios de hombres santos. Y, en seguida, A love supreme, en una versión que hubiera sorprendido al mismísimo John Coltrane; el maridaje de las ragas orientales con la rítmica binaria de cualquier discot...

Tras bajar al moro y relacionarse en Tánger con el escritor Paul Bowles, del que por cierto cuentan tiene una fantástica colección de grabaciones de música magrebí, los alemanes viajeros de Dissidenten han vuelto a sus orígenes: la India.Iniciaron su actuación en Madrid con los sonidos pregrabados de una céntrica calle de Bombay: el ruido de un tráfico infernal mezclándose con cantos milenarios de hombres santos. Y, en seguida, A love supreme, en una versión que hubiera sorprendido al mismísimo John Coltrane; el maridaje de las ragas orientales con la rítmica binaria de cualquier discoteca. En la canción All India Radio invocan a Krishna, lo cual no parece sacrílego porque su música haría bailar. a toda la pléyade de divinidades del hinduismo.

Las raíces de Dissidenten hay que buscarlas en el rock progresivo alemán de los años setenta. Y sus fusiones étnicas resultan digeribles ahora que demasiada gente está empeñada en preparar guisos con alimentos que no combinan más que en la tabla dietética del doctor Frankenstein.

Se pusieron el nombre en tiempos de disidencias diversas; buscar el acercamiento sincero a otras culturas continúa siendo hoy un acto de lucidez por su parte. Alguien definió el collage musical de estos nómadas berlineses como un inteligente Y gracioso cacao estilístico