Siguiriya con garra

A sus 33 años, Gerardo Núñez es un consumado maestro que domina no sólo la interpretación, sino también la composición. El recital de presentación de su último disco, Jucal, término caló que significa bueno, ha sido una magnífica ocasión de demostrarlo.Seis temas elegidos de sus anteriores trabajos y del presente, dosificando de manera sabia piezas melódicas como la granaína o la siguiriya, con otras rítmicas por tangos y bulerías, dieron la medida de madurez de un artista para quien la técnica es siempre un medio al servicio de una expresión en la que alía el sentimiento y la im...

A sus 33 años, Gerardo Núñez es un consumado maestro que domina no sólo la interpretación, sino también la composición. El recital de presentación de su último disco, Jucal, término caló que significa bueno, ha sido una magnífica ocasión de demostrarlo.Seis temas elegidos de sus anteriores trabajos y del presente, dosificando de manera sabia piezas melódicas como la granaína o la siguiriya, con otras rítmicas por tangos y bulerías, dieron la medida de madurez de un artista para quien la técnica es siempre un medio al servicio de una expresión en la que alía el sentimiento y la imaginación. El ejemplo de su última siguiriya, Remache, ilustra los logros de Gerardo Núñez; el procedimiento original de reducir un tono en la sexta cuerda de su guitarra produce un efecto de bajo continuo que amplía la profundidad de un palo grave y solemne.

La revelación de un joven cantaor jerezano, El Londro, y la eficacia del resto del grupo de Núñez engrandecieron un concierto marcado por la perfección y la belleza.