Crítica:CINE

El terrorista y el artificiero

Desde que el cine existe, la mayoría de las películas de acción se basa en el tradicional enfrentamiento entre el héroe y el malvado, entre el bien y el mal. Sabiendo que cuanto más ambiguo sea este maniqueísmo, menos de una pieza los principales personajes 'y más compleja la trama, el resultado tendrá mayor interés, resultará mejor.Sin embargo, desde que hace ya demasiados años la violencia se convirtió en un espectáculo por sí mismo, este esquema se ha ido debilitando hasta casi desaparecer. Volar por los aires es una buena prueba de todo ello.

Sobre el fondo de la ruptura de l...

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Desde que el cine existe, la mayoría de las películas de acción se basa en el tradicional enfrentamiento entre el héroe y el malvado, entre el bien y el mal. Sabiendo que cuanto más ambiguo sea este maniqueísmo, menos de una pieza los principales personajes 'y más compleja la trama, el resultado tendrá mayor interés, resultará mejor.Sin embargo, desde que hace ya demasiados años la violencia se convirtió en un espectáculo por sí mismo, este esquema se ha ido debilitando hasta casi desaparecer. Volar por los aires es una buena prueba de todo ello.

Sobre el fondo de la ruptura de la amistad entre dos brutales miembros irlandeses del grupo terrorista IRA, al que nunca se concede demasiada importancia, ya que es una mera excusa narrativa, la película narra el enfrentamiento, a través de una sucesión de atentados, entre ambos, uno malo y otro bueno uno terrorista y otro redimido de sus culpas y convertido en artificiero.

Blown Away

Director: Stephen Hopkins. Guionistas: Joe Battecr, Jolin Rice. Fotografía: Peter Levy. Música: Alan Silvestri. Estados Unidos. 1994. Intérpretes: Jeff Bridges, Tommy Lee Jones, Suzy Amis, Lloyd Bridges. Estreno en Madrid: Carlos III, Roxy B, Excelsior, Real Cinema, Gran Vía, Picasso Alcobendas, Parquesur, Multicines Fuenlabrada y Minicines Majadahonda.

De manera que, una vez planteada la situación, no resulta difícil imaginar lo que va a ocurrir en la hora y media restante, y Volar por los aires se convierte en un producto especialmente aburrido, sólo recomendable a los amantes de la violencia por la violencia.

El realizador jamaicano Stephen Hopkins no hace el menor esfuerzo por dar alguna consistencia al insustancial guión de Joe Batteer y John Rice y dedica todos sus esfuerzos a conseguir que la violencia resulte lo más vistosa posible. Mientras Tommy Lee Jones parece deleitarse en su papel de malo redomado Jeff Bridges intenta transmitir una cierta vida a su personaje de bueno arrepentido, y su padre, el veterano Lloyd Bridges, da cierta credibilidad a uno de los personajes secundarios.

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