Ciclos cerrados para los plásticos de la basura

La industria petroquímica ha empezado hace pocos anos a plantearse qué hacer con las inmensas cantidades de plástico que produce y que, tras envolver mortadela o lechugas, contener leche o proteger diversos productos durante el transporte, acaban en la bolsa de la basura camino de los vertederos. Los residuos de la industria no son menos problemáticos.Así han surgido varias estrategias tecnológicas: desde la reducción de la cantidad de plástico usada (los envases pesan ahora un 80% menos que hace 20 años) y la reutilización de recipientes hasta el aprovechamiento energético direc1o de estos pr...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La industria petroquímica ha empezado hace pocos anos a plantearse qué hacer con las inmensas cantidades de plástico que produce y que, tras envolver mortadela o lechugas, contener leche o proteger diversos productos durante el transporte, acaban en la bolsa de la basura camino de los vertederos. Los residuos de la industria no son menos problemáticos.Así han surgido varias estrategias tecnológicas: desde la reducción de la cantidad de plástico usada (los envases pesan ahora un 80% menos que hace 20 años) y la reutilización de recipientes hasta el aprovechamiento energético direc1o de estos productos de- desecho -por combustión- para generar calor o electricidad, pasando por el reciclado mecánico de los plásticos y los procedimientos químicos.

Un confetti grisáceo con pedacitos de colores -plásticos triturados procedentes de las basuras domésticas de una ciudad italiana- alimenta la planta experimental de reciclado químico montada en Grangemouth, junto a Edimburgo (Reino únido). El producto final es una pasta amarillenta, materia prima virgen para fabricar nuevos polímeros, y en el proceso, que dura pocos minutos, se genera también el gas con el que se calienta el confetti grisáceo -a 500 grados centígrados- para descomponer los plásticos.

El sistema, presentado la semana pasada, ha sido desarrollado en laboratorios de Italia, Bélgica, Holanda, Francia y Reino Unido por un consorcio de cinco empresas de la Asociación Europea de Fabricantes de Plásticos (APME), y se basa en la idea de romper las largas moléculas de los termoplásticos (materiales que se funden a una determinada temperatura, a diferencia de aquellos que se queman) para lograr un compuesto de cadenas moleculares más pequenas. El proceso se hace en un horno, en arena, sin necesidad de altas presiones. "Podremos reciclar residuos plásticos mezclados con unos niveles de impurezas, como las procedentes del etiquetado y de las tintas utilizadas en la impresión de envases, de hasta el 5%", explica Christian Trousier, de BP Chemicals.Derivados

Esta opción no es la única de reciclado químico de los plásticos. Algunas empresas japonesas, estadounidenses y una alemana trabajan en ciclos similares pero dirigidos a una fase anterior del proceso petroquímico. La japonesa Toshiba, por ejemplo, ha anunciado un sistema para producir petróleo a partir de termoplásticos de uso industrial. La planta piloto es capaz de procesar, en 11 horas, 250 kilos de plásticos mezclados. Desde el petróleo, en este caso, la materia prima reinicia el ciclo en que se extraen diversos derivados.

La tecnología del consorcio europeo, formado por BP Chemicals, DSM, Elt Atochem, En¡Chem y Petrofina, se ha concretado en una planta capaz de procesar 100 kilos de residuos plásticos mezclados a la hora. El siguiente paso será una para reciclar 25.000 toneladas al año.

Las industrias petroquímicas advierten que estos procesos pueden no ser económicamente eficaces en sí mismos. "Con 100 kilos de plástico producimos 80 kilos,de pasta y 20 de gas, con los que se alimenta energéticamente todo el proceso, pero el valor del producto final sólo cubre parte del coste de producción y la instalación", dice Paolo Cortes¡, de EniChem. A esto hay que añadir la preparación del confetti inicial, no sólo el lavado y triturado de los plásticos, sino, sobre todo, la costosa y complicada logística de recuperación diferenciada de los residuos, lo que exige la separación de las basuras en casa.

Como un petróleo sólido y limpio

Los expertos recuerdan que para diseñar estrategias de reciclado, además de las tecnologías, hay que tener muy en cuenta las consideraciones medioambientales, los costes económicos y energéticos, las condiciones del mercado y las políticas de gestión de residuos. Sin una evaluación global, se corre el riesgo de destinar al reciclado más recursos de los que ahorra y acumular montañas de productos listos para la reutilización pero carentes de aplicación realista, en los que se habrá invertido mucha energía.El reciclado mecánico consiste en fracturar los residuos plásticos, calentarlos y prensarlos en moldes de modo que a partir de botellas, envases de yogur, películas de envolver polímeros industriales, se hacen cañerías, embalajes, contenedores, aislantes, - etcétera. En Europa se recupera así el 7% de los residuos plásticos, mientras que otro 15% se usa directamente como combustible.

El tratamiento mecánico, por lo tanto, no es un ciclo cerrado como el químico, en el que se consiguen materias primas para producir nuevos productos plásticos con una calidad igual a la de los polímeros vírgenes.

. En cuanto a la recuperación energética, Paolo Cortesi, de Enihem, comentaba: "El plástico es una especie de petróleo sólido, muy limpio y con muchas de sus propiedades". Según la APME, el contenido energético de un kilo de plástico supera las 12.500 kilocalorías; un kilo de combustible diesel ronda las 10.000, e igual cantidad de lignito, las 5.000 kilocalorías.

No se trata de elegir un único método de reciclado de plásticos, sino combinar los procedimientos en estrategias globales, insisten los expertos. Hasta el 90% de estos materiales, dicen, puede tener una segunda vida.

Archivado En