Se exponen en París 21 pinturas robadas por los nazis para hallar a sus dueños

Podría ser un anuncio de objetos perdidos, pero es la publicidad de una exposición: Dibujos de Seurat, Manet y Delacroix, óleos de Renoir, Monet, Monticelli y Courbet, pastel de Pissarro y acuarela de Cézanne buscan, junto con otras obras, propietarios desaparecidos durante la II Guerra Mundial. Dirigirse al Musée d'Orsay. París. La pista de las 21 obras que se presentan en el Musée d'Orsay hasta el próximo 18 de diciembre arranca en una Iglesia de Magdeburgo, en 1972.Ese año, monseñor Heinrich Solbach hacía saber que la colección de arte que estaba en manos del obispado procedía de una...

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Podría ser un anuncio de objetos perdidos, pero es la publicidad de una exposición: Dibujos de Seurat, Manet y Delacroix, óleos de Renoir, Monet, Monticelli y Courbet, pastel de Pissarro y acuarela de Cézanne buscan, junto con otras obras, propietarios desaparecidos durante la II Guerra Mundial. Dirigirse al Musée d'Orsay. París. La pista de las 21 obras que se presentan en el Musée d'Orsay hasta el próximo 18 de diciembre arranca en una Iglesia de Magdeburgo, en 1972.Ese año, monseñor Heinrich Solbach hacía saber que la colección de arte que estaba en manos del obispado procedía de una misteriosa donación: un ex soldado de la Werhmacht, amparado en el secreto de confesión, entregó 28 telas y dibujos al prelado. El soldado pretendía desconocer cuál era el origen exacto del lote. "Me lo confió un oficial que estaba destacado en París, que dijo que vendría a recuperarlos después de la guerra. Nunca más supe de él".

La extinta República Democrática Alemana decidió que la pequeña colección repleta de nombres ilustres estaba destinada a prestigiar las paredes de un museo de Berlín Oriental. El Gobierno francés protestó y se inició un largo litigio que sólo después de la caída del Muro encontraría solución. Siete de las obras se reencontraron con sus propietarios o con los herederos de los mismos. Se trata de dos Corots, dos Harpignies, dos Cross y un Gauguin. El resto siguen siendo huérfanas.

Títulos de propiedad

El 30 de mayo de 1994 el canciller Kohl se desplazó a Mulhouse para encontrarse con François Mitterrand. Bajo el brazo llevaba Neige au soleil couchant, un óleo de Monet que muestra a dos figuras andando por el centro de un desnudo paisaje invernal próximo a Loveciennes. Es un cuadro con una larga historia, que ha pasado varias veces por los depósitos de Duránd-Ruel y que en 1932 fue vendido por última vez, por la modesta cantidad de 60.000 francos, a Bénedict de Chollet.Provisionalmente, las 21 obras, de las que se ocupa el Ministerio de Asuntos Exteriores, quedarán depositadas en el museo que ahora las presenta. Es probable que sean varias las personas o familias que reclamen su propiedad, pero ya no lo es tanto que dispongan de títulos o fotografías que demuestren lo fundado de su reivindicación.

El expolio artístico organizado por los nazis afectó a las colecciones oficiales, pero mientras éstas han podido recuperar su patrimonio gracias a que estaba inventariado, no ha sucedido lo mismo con muchos particulares, máxime cuando éstos eran judíos que o bien se vieron forzados a malvender, o bien fueron robados de forma directa al amparo de los decretos de arianización y, sobre todo, de las deportaciones a los campos de concentración y exterminio. Así pues, puede que detrás de cada tela se esconda una historia trágica que quizá nunca nadie conocerá.

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