'Justino' comparte premio con el último filme de Michael Haneke

En una de las decisiones más arriesgadas y ejemplares de los últimos años, el jurado de la XVII Edición del Festival de Cine Fantástico de Sitges decidió premiar con igual mérito a Justino, un asesino de la tercera edad, de Luis Guridi y Santiago Nguilar, y 71 fragmentos de una cronología de la casualidad, del austriaco Michael Haneke, concediéndoles el galardón de mejor filme a concurso. El jurado decidió una división entre filmes de género y autor.

Tanto la película española como la austriaca, a priori las máximas favoritas, se alzaron con otros premios, igualmente inobjeta...

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En una de las decisiones más arriesgadas y ejemplares de los últimos años, el jurado de la XVII Edición del Festival de Cine Fantástico de Sitges decidió premiar con igual mérito a Justino, un asesino de la tercera edad, de Luis Guridi y Santiago Nguilar, y 71 fragmentos de una cronología de la casualidad, del austriaco Michael Haneke, concediéndoles el galardón de mejor filme a concurso. El jurado decidió una división entre filmes de género y autor.

Tanto la película española como la austriaca, a priori las máximas favoritas, se alzaron con otros premios, igualmente inobjetables: Justino, con el de mejor actor para su protagonista, el espléndido veterano Saturnino García, y 71 fragmentos, el de mejor guión, que fue a parar a su director y guionista Haneke.La proyección anoche de Escape a Absolom, una película de ciencia ficción realizada por el neozelandés Martin Cambpell, fue el colofón de la entrega de unos premios que dan cuenta a la hora de decidirlos del buen tino del jurado, compuesto por los realizadores Guillermo del Toro (México), Inga Lisa Middleton (Islandia), Rosa Vergés (España), el crítico Nigel Floyd (Gran Bretaña) y la actriz Iziar Bollain (España). Poco se puede objetar a la hora de valorar los galardones, que premian tanto al filme formalmente más. innovador y conceptualmente más radical de cuantos se han visto en el festival como a una ópera prima que, como Justino, contiene abundantes dosis de buen cine y una sólida voluntad de tender un puente hacia la mejor tradición del humor negro hispano.

Realizado en blanco y negro por dos debutantes en el largometraje, Justino cuenta la triste historia de un puntillero jubilado y su progresivo deslizamiento hacia el asesinato, en una clave de humor negro casi ausente desde las mejores películas de Berlanga y del Marco Ferreri español. El premio a Saturnino García, un veterano a quien sólo se había visto en cine en pequeños papeles secundarios -'por ejemplo, en Acción mutante-, premia en él, en realidad, a un elenco de actores superlativo, plagado de rostros poco usuales en el, cine español de nuestros días.

Tampoco hay grandes objeciones ante el resto del palmarés, si se' exceptúa tal vez el desmesurado premio a la mejor dirección para los estadounidenses Scott McGehee y David Siegel por su trabajo en Suture, y el galardón al mejor cortometraje, que recayó en el español Alicia, de Jaume, Balagueró, en detrimento de Aftermath, de Nacho Cerdá.

Tampoco caben peros al premio a la mejor actriz, la británica Jane Horrocks por su papel en Deadly advice, de Mandie Fletcher. El premio a los mejores efectos especiales fue para Ken Ralston y Greg Cannom por The mask, y el de mejor fotografía para Einmanuel Lubezki por la película mexicana Ámbar, de Luis Estrada.

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