Sus pies y su perro
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Marlon Brando utilizó todo tipo de trucos para distraer la atención de Larry King. Desde sus orondos pies descalzos, en continuo movimiento, a su perro, que no dejó de ladrar hasta que logró meterse en el plató donde estaba su amo. El perro, un mastín leonado tan entrado en carnes como su dueño, compartió las galletas que Brando no paró de engullir durante la hora y media que duró la entrevista. "Te presento a Larry", le dijo el actor al enorme y hermoso animal. Brando, con el flequillo peinado hacia delante como un romano -él mismo se vistió y maquilló para la ocasión- llevaba un auricular introducido en su oído derecho que le mantenía en comunicación con alguien que parecía ser su secretaria o asesora y que quizá le soplaba algunas de las respuestas para combatir la imprevisibilidad del directo.