EE UU limitará el diálogo con Cuba al problema de la inmigración

Balseros o emigrantes legales. El destino de los cubanos que quieren salir de la isla estará a partir de mañana sobre la mesa de negociaciones en Nueva York, en la reunión que celebrarán las delegaciones de Cuba y EE UU. La crisis que ha provocado el éxodo de más de 18.000 personas en el mes de agosto justifica la reanudación de unas conversaciones que se mantienen con altibajos desde 1984 y sobre las que cada país tiene expectativas diferentes. Por parte norteamericana, el objetivo es que las negociaciones no desborde los asuntos relacionados con la emigración, sin que eso signifique q...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Balseros o emigrantes legales. El destino de los cubanos que quieren salir de la isla estará a partir de mañana sobre la mesa de negociaciones en Nueva York, en la reunión que celebrarán las delegaciones de Cuba y EE UU. La crisis que ha provocado el éxodo de más de 18.000 personas en el mes de agosto justifica la reanudación de unas conversaciones que se mantienen con altibajos desde 1984 y sobre las que cada país tiene expectativas diferentes. Por parte norteamericana, el objetivo es que las negociaciones no desborde los asuntos relacionados con la emigración, sin que eso signifique que se rebaje la importancia de esta duodécima sesión, especial por las circunstancias que la rodean.Fuentes del Departamento de Estado sugirieron ayer que EE UU podría ofrecer a Cuba una sensible ampliación de los permisos anuales de emigración legal a cambio de que las autoridades cubanas controlaran eficazmente la salida de los balseros. La Habana ha utilizado durante la crisis el argumento de que el atasco burocrático en la concesión de visados favorece el éxodo a la desesperada.

Pocos visados

El pasado año, EEUU sólo concedió 2.700 visados, aunque el límite previsto por las leyes inmigratorias era de 27.485. La ampliación que se va a negociar facilitaría la concesión de unos 20.000 visados y rebajaría las condiciones exigidas hasta ahora, según The New York Times para facilitar la salida de la isla a aquellos que tienen familiares lejanos en EE UU o que no reúnen las condiciones de refugiado político.El objetivo de Cuba, ya anunciado por diversos representantes del Gobierno, es aprovechar la ocasión y tratar de convertir la cita en un encuentro político en el que se negocien los problemas relacionados con el embargo comercial y con las restricciones impuestas por la Administración norteamericana que prohíben los giros de dinero a Cuba, restringen el envío de paquetes y limitan los vuelos a La Habana. Desde la Casa Blanca y el departamento de Estado se repite sin cesar que todo intento de desviar las conversaciones de los asuntos de emigración será cortado en seco.

La composición de las delegaciones se ajusta al diferente objetivo de cada país. EE UU envía a Nueva York a un funcionario de nivel medio, Michael Skol, subdirector general para Asuntos de América Latina. En cambio, Cuba manda a Ricardo Alarcón, en la actualidad presidente de la Asamblea Nacional, ministro de Relaciones Exteriores entre 1992 y 1993 y anteriormente embajador de Cuba en las Naciones Unidas.

Como muestra de buena voluntad, Fidel Castro renunció ayer explícitamente a las armas nucleares, al aceptar,, después de 25 años de resistencia, formalizar la adhesión de Cuba al Tratado de Tlateloleo, en sintonía con el resto de la comunidad latinoamericana y caribeña.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En