Castro prohíbe a los menores salir de Cuba en balsas
El presidente cubano, Fidel Castro, dio ayer instrucciones a las Fuerzas de Guardafronteras para que prohiban la salida de las personas que intenten emigrar al exterior con medios propios inadecuados e inseguros y que lleven a bordo niños o adolescentes en edad de enseñanza secundaria". Las medidas, que entraron en vigor ayer, se aplicarán "en todos los puntos de la costa que puedan ser controlados" por las fuerzas de Guardafronteras, y serán tomadas "en tierra", "mediante la persuasión" y "usando sólo como excepción la fuerza, sin empleo de armas de fuego".
En caso de que los ...
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El presidente cubano, Fidel Castro, dio ayer instrucciones a las Fuerzas de Guardafronteras para que prohiban la salida de las personas que intenten emigrar al exterior con medios propios inadecuados e inseguros y que lleven a bordo niños o adolescentes en edad de enseñanza secundaria". Las medidas, que entraron en vigor ayer, se aplicarán "en todos los puntos de la costa que puedan ser controlados" por las fuerzas de Guardafronteras, y serán tomadas "en tierra", "mediante la persuasión" y "usando sólo como excepción la fuerza, sin empleo de armas de fuego".
En caso de que los balseros ya se encuentren en el mar, los barcos guardacostas cubanos tienen orden de "persuadir" a los emigrantes, sin tratar de "capturar físicamente los medios [de transporte] ni emplear la fuerza a fin de evitar accidentes". Los Guardacostas deben "aconsejarles que no prosigan viaje, no arrestarlos en ningún caso y permitirles continuar viaje si ésa es su voluntad". También tienen instrucciones de "no usar la fuerza" y de "entregarles agua y alimentos si se encontrasen en situación crítica".El objetivo de las nuevas medidas, publicadas ayer en el semanario Juventud Rebelde, es "impedir que a causa de actitudes irresponsables se ponga en peligro a personas que por su edad no tienen posibilidad ni capacidad para decidir sobre sus actos". "Se exhorta a los que desean salir del país con medios propios a acatar esta prohibición", dice el comunicado, firmado por Fidel Castro.
El Gobierno cubano confirmó ayer que acudirá a Nueva York a lo largo de esta semana a "conversar" con Estados Unidos sobre cuestiones migratorias y que no se niega a "conversaciones sobre cualquier tema que pueda ser de interés para cualquiera de los dos países", pero advirtió que "la crisis de los balseros" no se solucionará "con fórmulas de carácter migratorio". Las autoridades reiteraron que "el riguroso bloqueo económico y las nuevas medidas tomadas contra Cuba" por la Administración estadounidense son las causas que impulsan el éxodo actual.
El Gobierno cubano todavía no ha informado sobre quién será su representante en las conversaciones de Nueva York, pero fuentes oficiosas indicaron que durante las conversaciones Cuba exigirá que se cumpla el Acuerdo Migratorio de 1984, que establece que Estados Unidos conceda "hasta 20.000" visados de emigrantes anualmente, cosa que nunca ha hecho. En 1992 y 1993, Estados Unidos ha concedido menos de 1.000 visados por año.
El subsecretario de Estado norteamericano, Peter Tarnoff, aseguró que Washington no persigue derrocar a Castro sino que apoya "un cambio pacífico en Cuba", pero añadió que el diálogo se circunscribirá a cuestiones migratorias.
Mientras tanto, los obispos católicos cubanos expresaron el domingo su preocupación por el "éxodo masivo de cubanos" y la pérdida de vidas en el mar, y pidieron un diálogo "tanto dentro de la sociedad cubana como en las relaciones con Estados Unidos". Los obispos consideran el éxodo actual como una "desgracia" y un "escándalo", y exhortan a los Gobiernos de Cuba y Estados Unidos a sentarse a "dialogar" y a ponerle punto y final.
Por otro lado, las autoridades informaron que el viernes a las cuatro de la madrugada, un grupo de personas secuestró un remolcador del puerto, de La Habana tras amenazar con una pistola al guardia jurado que vigilaba la nave. Una nota oficial indica que los secuestradores son "el patrón y el maquinista del remolcador Miguel Tavares", y que ambos, junto a 15 familiares y amigos, fueron recogidos por un guardacostas estadounidense en aguas internacionales.