Vuelta al ruedo para un toro

Sale un toro de raza, embiste con alegría, se crece y, en pocos segundos, ha explicado la grandeza de esta fiesta. Otra cosa será que lo toreen o no, pero queda claro que es toro para que sea posible la creación artística.No es que el sexto toro, Jabato, de 526 kilos, fuera de época. Ni mucho menos. Sufría la moderna epidemia de la falta de fuerzas, y dobló sus manos por primera vez después de recibir un único picotazo. Lo lidiaron de la peor manera, y el propio torero lo recibió con un revuelto de verónicas, chicuelinas y serpentina del que salió atropellado. Todo, además, sucedió de m...

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Sale un toro de raza, embiste con alegría, se crece y, en pocos segundos, ha explicado la grandeza de esta fiesta. Otra cosa será que lo toreen o no, pero queda claro que es toro para que sea posible la creación artística.No es que el sexto toro, Jabato, de 526 kilos, fuera de época. Ni mucho menos. Sufría la moderna epidemia de la falta de fuerzas, y dobló sus manos por primera vez después de recibir un único picotazo. Lo lidiaron de la peor manera, y el propio torero lo recibió con un revuelto de verónicas, chicuelinas y serpentina del que salió atropellado. Todo, además, sucedió de manera precipitada y desordenada.

Con la muleta, el toro tuvo la oportunidad de desarrollar su nobleza, su casta, raza, movilidad y armonía. En corto, desde lejos, por ambos lados, el animal fue a más. Aún le fallaron las fuerzas, varias veces, pero llegó al final de un largo trasteo con la casta intacta. Al torero le concedieron las dos orejas. Dio muchos pases -la faena fue muy larga- pero toda ella careció de la hondura que derrochó el toro. Tampoco destacó con su primero, con el que sólo se entendió en dos largos naturales.

Algarra / Joselito, Ponce, Sánchez

Cinco toros de Algarra (4º, devuelto al partirse una pata), blandos; al 6º muy noble y repetidor, se le dio la vuelta al ruedo. El sobrero y el 5º de La Ermita, deslucido uno y encastado el otroJoselito:oreja; ovación. Ponce: oreja; oreja. Manolo Sánchez: oreja; dos orejas. Plaza de toros de Almería. 26 de agosto. 6ª corrida de feria. Tres cuartos de entrada.

Joselito dictó toda una lección con la gran estocada que recetó a su primero. Es un mérito que todavía haya toreros capaces de matar en todo lo alto. Después, se peleó valiente con el cuarto, que era deslucido y peligroso.

El primer toro de Ponce era para torearlo; en su lugar se limitó a darle pases, y le dio varios cientos, sin temple y sin mando. En el otro, tardó un mundo en encontrar el camino y, al final, su labor resultó pesada.

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